Un hotel, porfa

QUERIDO hermano: Ha llovido; no mucho, pero ha llovido y lo malo es que en algunas partes el granizo se presentó de mala manera, sin avisar. Pero ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos; y mientras tanto las garrafas peregrinan a remediar lo del arsénico. Por cierto, dile a Romerín que hizo un reportaje como él sabe, bueno; pero le voy a tirar de las orejas cuando lo tope; que Nistal, Castrillo y Tejados no son Maragatería; que Villagatón no podrá remediar a esta comarca porque el Gobierno no permite trasvases; todo lo más soluciones. Ha llovido hermano; creo que ha sido esa peregrinación de la Virgen de la Encina, que vino a la catedral para su triduo centenario. Así que se aleja la posibilidad de la del Castro con novenario y salida de pendones a las praderas. Aunque tiempo queda, que Villameca sigue escaso. Por aquí, también hay crisis aunque nos aferremos a las palabras de Zapatero, Solbes y el mismo Botín. La camisa ya no da para más y el cinturón parece la tripa de Jorge, pero solamente se encoge. Fíjate si entramos en crisis que en Astorga se anuncian dos cierres, sin marcha atrás. En junio echa la tranca el colegio seminario de los padres Redentoristas, después de 54 años enseñando; faltan rapaces en la comarca y no vale la pena arrastrar la agonía más tiempo. Se echarán de menos. Y al que no muere de muerte natural, se le aplica el tiro a la nuca y santas pascuas; muerto el perro se acabó la rabia; porque no es eutanasia, ya que el muerto está bien vivo. Ese servicio que conocemos por CEP (Centro de Profesores) tiene los días contados, los que restan de curso y después el requiem. Sí, como otros creo que en Valladolid nos tienen un poco de tirria, hermano. Clausuran ese servicio educativo, que algo haría digo yo, y con ello eliminan unos puestos de trabajo en la ciudad. Nos niegan el hospital comarcal y así todos a nacer y palmar en León o donde caiga, siempre que no haya huelga. Claro que no toda la culpa está a la vera del Pisuerga; da un repaso a nuestros políticos, los leoneses, y verás el nivel reivindicativo del 98% de ellos; su sillón y ahí me las den todas. Sí hermano, aunque ha llovido la crisis se acerca como niebla rastrera. Esta semana me lo comentaban dos astorganos clarividentes y listos como conejos. Victorino le da plazo de seis meses para entrar de lleno en la ciudad; cuando llegue noviembre -me dijo- cuenta las grúas que hay en Astorga, verás la mitad, o menos, de las que hay ahora; e insistía en cierto abandono que tenemos para el turismo, que quiérase o no es nuestra única tabla de salvación; y de eso sabe mucho. El otro, todavía un rapaz, como indica esta palabra es un águila. Va perdiendo el pelo, pero cuanto más pierde más claras tiene las ideas. Miguel me hablaba sobre la necesidad, urgente hermano, que tiene Astorga de contar con un hotel de cuatro estrellas y con capacidad, al menos, de 80 habitaciones. Venía la reflexión a cuento de la asamblea peregrina que se celebró el pasado fin de semana; algunos asambleístas tuvieron que alojarse en León. La capital y La Bañeza están absorbiendo ese turismo astorgano en las pernoctaciones. De poco nos servirá traer turismo y congresos si el valor añadido se lo llevan otros. Naturalmente que los edificios tienen sus dueños; y ellos son quienes tienen que decidir. Pero con Miguel este tu hermano soñaba que el colegio de los Redentoristas, vacío dentro de un mes, o el semivacío seminario, son dos serias alternativas, para un hotel de calidad y cantidad; y céntricos a mayor abundamiento. Pero claro... los dueños y los hosteleros astorganos tienen la palabra. Y la ciudad ha de potenciar más las infraestructuras turísticas. Si entramos en crisis, más plazas hoteleras es la solución.