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| Entrevista | José Cruz Cabo |

«Mis méritos no son para tanto, porque he hecho lo que he querido»

Una iniciativa popular obliga a la corporación municipal a plantear un homenaje al veterano reportero bañezano, al que se le dedicará la actual calle de los Cedros

Cruz Cabo, en la calle de los Cedros, que comunica General Benavides con Antonio Bordas (al fondo)

Publicado por
A. Domingo - la bañeza
León

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La iniciativa popular ha llevado a que José Cruz Cabo, que saltó de la tipografía al periodismo, actividad que aun hoy desarrolla, reciba el homenaje de La Bañeza. En concreto, se espera que el decano de los periodistas bañezanos dé su nombre a la actual calle de los Cedros. La decisión se tomará en el pleno que reunirá la corporación municipal el próximo jueves, motivo por el que, en principio, Cruz Cabo se muestra receloso a conceder la entrevista -«preferiría que ya estuviese todo claro», objeta-, pero basta con sentarse y comenzar a preguntar para arrancarle mil y una anécdotas. -¿Quién se puede oponer a que le den a usted una calle? -Sé que Mari Nunci Roi y María ángeles Cordero, ambas del PP, firmaron, pero casi no he tratado a Paquita del Caño, de la UPL y con Ramón Santoveña, de Aeba, no he tenido nuca una gran relación -suspendió un año la carrera de motos y hubo manifestaciones e incluso se cortó la carretera nacional-. -¿Da por sentado que el PSOE apoyará el homenaje? -Sí, pero ya he dicho que desde el PP también me van a apoyar. A Mari Nunci Roi la saqué una vez en el Diario, porque la nombraron Guapa de León o Miss León. Si me apoya, como me ha dicho que va a hacer, y también lo hace María Ángeles Cordero, no creo que haya inconveniente en que lo haga el grupo municipal del PP. Además, con Ignacio Prieto, que tomará posesión el jueves, también he tenido mucha relación, con él y con sus hermanos. -¿Qué piensa de la iniciativa de brindarle un homenaje? -A nadie le amarga un dulce, pero no creo que los méritos sean para tanto, porque, la verdad, siempre he hecho lo que he querido. -Y mucho, por amor al arte. -Cuando Manolo Pañero me propuso pasar a La Hoja del Lunes, me ofrecía 75 pesetas por crónica. Entonces, ya llevaba yo tres o cuatro año en el Diario de León, escribí al periódico para anunciarle a Marcos Oteruelo la oferta, que me propuso pagarme 300 pesetas al mes para gastos, porque, al principio, era yo el que pagaba el envío de las crónicas, que se hacía por el autobús de línea. Lo que mejor pagaban era el fútbol, y más en Tercera División que en Regional; unas 6.000 pesetas frente a 3.500 o 4.000. -Aquello era el siglo XX y no hacia el final, porque no habla en euros. -Era redactora jefa de provincia Camino Gallego, con la que mejor viví, porque nunca dejó de publicarme nada. Estuve en el Diario desde noviembre de 1965 hasta 1993, pero no me marché del todo hasta 1995, porque me pidió José Ramón Labrador que continuase haciendo el fútbol, hasta que llegó Miguel Ángel Tranca. -¿Cómo se salta de la impresión a la redacción? -Mi profesión es la tipografía. Estudiar... Estudié en la Universidad de Babia. Nunca he querido hacer nada rimbombante y siempre he preferido las informaciones cortas y sencillas, que entiende bien el lector. -¿Cuántas veces ha titulado «Excelente concierto de la banda»? -Y también he redactado titulares muy originales -se levanta y vuelve con un volumen de El Adelanto Bañezano para respaldar su afirmación-: «Once gallos canta en corral ajeno», título de un partido de La Bañeza fuera de casa; «Pólvora seca, 6; pólvora mojada, 1», «Cuando la educación se hace fútbol», «Tragedia de un puñetazo en dos partes», por un gol injusto que se metió con la mano... -¿Cuál es la noticia más desagradable que le ha tocado cubrir? -La muerte de Lorenzo Antonio Alonso Ruiz, primer redactor jefe de El Adelanto , que falleció en accidente de tráfico en Hospital de Órbigo, con treinta y pocos años y con algún hijo. -¿La mejor? -La apertura de los dos institutos, uno de ellos como centro de Formación Profesional. -¿Con qué personaje se queda? -Uno de los que más me impactó fue Manuel Núñez, ministro de Sanidad con Franco y no sé si luego, también, y don Ángel Riesco, por su categoría y la importancia que tuvo en mi vida; a parte de mi tío Rafael y don Alberto Gutiérrez Moreno, que fue juez en La Bañeza durante once años y terminó su carrera en el Tribunal Supremo. Don Alberto me enseñó la ortografía. - Con 78 años, aún se pueden leer y escuchar crónicas suyas. ¿Hasta cuándo? -Hasta que las fuerzas me fallen. Mientras Dios me dé fuerzas y la cabeza me rija... Antes, aquí, en fiestas, había toros y mantuve hace años, debió ser allá por el año setenta y algo, una discusión muy curiosa con Manuel Martín Sánchez, que mandó una crónica de toros a Proa o La Hoja del Lunes en la que decía que alguien había toreado a la verónica. Le respondí en un artículo, porque a la verónica no se torea, se lancea, y le sentó muy mal. Y, cuando empezaron las grabadoras, me dejaron una de la Cope para entrevistar a Palomo Linares. Recuerdo que se la hice después de comer, mientras él descansaba en la cama. Nunca me he llevado muy bien con la técnica, así que, cuando llegué a casa, no había grabado nada y me quedé sin entrevista.