El caso del cámping
LO QUE MAL ANDA, MAL ACABA. El «caso» del cámping nos ha deparado una sorpresa tristísima. Pero cuando se juega con fuego... Queremos decir, que cuando las cosas se hacen mal, cualquier cosa puede ocurrir. Y ha ocurrido lo peor que le podía pasar al Ayuntamiento: que la justicia ha dado la razón a la empresa concesionaria y nos va a tocar pagarle más de 180.000 euros y restituirla el servicio. Marino y el PP que gobernaba en Sahagún se empeñaron en privatizar el único servicio municipal que daba beneficios. Se empeñaron además en otorgar la gestión a una empresa que había ofrecido las peores condiciones económicas (medio millón menos al año) y que venía precedida de los peores informes, La Cota de la Matica, que ya gestionaba el cámping de La Vecilla, y que, en palabras de los que le conocían, «no eran de fiar». Pero claro, como era amigo de un concejal del PP... Los socialistas lo advertimos en el Pleno de 20 de mayo de 2000, pero no hubo razones: era una empresa solvente y muy profesional, iba a crear puestos de trabajo, era muy rentable para las arcas municipales, bla, bla, bla... Ruedas de molino. Con nuestro voto en contra y gracias al voto de calidad de Marino se lo dieron. Pero el tiempo, que da y quita razones, ha acabado por dárnosla a nosotros. El principal motivo -aunque siempre se comentó que no el único- por la que privatizaron el cámping era porque les daba mucho trabajo; y si a esto se suma que el PP de Sahagún nunca han creído -y siguen sin creer- en él... El tiro les salió por la culata. Conocida es la decisión ilegal de las tasas que la empresa llevó a cabo, la trampa en el contador de la luz, que no creó los puestos de trabajo anunciados. Se dieron cuenta del error «demasiado tarde». Pues ni siquiera entonces reconocieron que teníamos razón. Se apresuraron a rescindir el contrato en medio de la cólera, y lo hicieron mal, según ha dictaminado la justicia. Contrataron a un abogado de su confianza, otro gran profesional... Marino y el PP han ido en este asunto de despropósito en despropósito. Podíamos decir que «con su pan se lo coman», pero no, porque el caso es que lo hemos de pagar lo habitantes del municipio de Sahagún. Más de 180.000 euros, 30 millones de pesetas. A más de 10.000 pesetas por habitante. ¿Qué pensará ahora Redondo, el actual alcalde, que defendía que se hizo bien al privatizar el camping y que afirmaba que no era rentable? ¿Ha sido más rentable lo que ellos han hecho? ¿A quién pedimos ahora responsabilidades?