Diario de León

| Reportaje | Palomas mensajeras en el valle del Duerna |

De la necesidad a la cría para concursos

Alberto Simón es el único colombófilo de la comarca en una provincia que registra alrededor de medio centenar de aficionados

Un ejemplar macho, junto al nido en el que cuida de dos pichones

Un ejemplar macho, junto al nido en el que cuida de dos pichones

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A. Domingo - posada de la valduerna
León

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Es frecuente que el Boletín Oficial de la Provincia recoja solicitudes de licencia ambiental para actividades ganaderas. Pero que la autorización se solicite para un palomar cuyo objetivo es la cría de palomas mensajeras con un fin lúdico llama la atención. Alberto Simón de Abajo, el colombófilo peticionario del permiso, prefiere evitar problemas, de ahí que haya presentado la solicitud de licencia ambiental en el Ayuntamiento de Villamontán de la Valduerna. El palomar de Simón, casado, de 33 años y empleado en una marmolería astorgana, se encuentra en la localidad de Posada de la Valduerna y es el único colombófilo de las tierras bañezanas, entre medio centenar de aficionados a las palomas mensajeras que suelen competir en la provincia. Cuenta ahora con unas sesenta aves y trabaja en la cría, para disponer de ejemplares con los que concursar. En la época de las tecnologías de la comunicación, la paloma mensajera se destina al ocio y la competición, lejos ya de su cometido en otros tiempos. Simón no tiene inconveniente en soltar sus palomas para mostrar su vuelo, que realizan en bandada, describiendo círculos alrededor del palomar. Algún osado pichón trata de unirse al grupo y es entonces cuando se aprecia el trabajo de entrenamiento de las palomas mensajeras. El primero realiza un torpe vuelo, sin gracia, y no es capaz de mantenerse en el grupo, que casi pierde en cada quiebro. Los pichones que aún no se sienten seguros observan a sus compañeros desde el tejado o el alféizar de entrada y salida del nidal. En un tiempo tratarán de emularles, hasta conseguir la destreza de vuelo y una forma física «como la de un atleta», explica Simón, que señala la importancia de la alimentación de estos animales, para que mantengan el peso ideal para su ejercicio, Noveles y veteranas volverán a las cestas en las que se transporta a los ejemplares que participan en los concursos. Las soltarán en un punto desconocido para ellas y serán capaces de regresar a sus palomares, en el tiempo previsto e incluso hasta varios días más tarde. En cualquier caso, a Simón aún le sorprende el hecho de soltar a sus palomas en Benavente y encontrarlas de nuevo en Posada, en el lugar en el que encuentran a su pareja, cuando se les permite estar juntos. Los peligros Simón dispone en estos momentos de unos 60 ejemplares en su palomar, entre pichones, palomas mensajeras y reproductores. Ha dejado de competir este año, después de iniciar su participación con dieciocho pájaros y haber perdido la mitad. Señala que son los halcones y los azores los responsables de la mayor parte de las pérdidas de ejemplares, además de los despistes que puedan producirse por diversas circunstancias, y añade que un índice de bajas menor del 50% es habitual. Tras introducirse en la cría de aves mensajeras de la mano de «Jesús, el de Animalia 2000, que provee de palomas a las Jornadas Internacionales de Cetrería», que se celebran en otoño en la Virgen del Camino, el colombófilo valdornés asegura haber recibido la ayuda de muchos aficionados -incluso le han prestado ejemplares para la cría, le han facilitado huevos que incubar y le han enseñado los métodos de entrenamiento- ha dejado los vuelos tras conseguir una buena clasificación en el Concurso Social Regional de Pichones, en el que participaron miembros de los dos clubes de la provincia -San Francisco, al que pertenece, y el Club Leonés-. Tras soltar las palomas en Barcarrota (Badajoz), a 465 kilómetros, la mayor distancia que han recorrido sus palomas hasta ahora, consiguió que llegasen al palomar cuatro competidoras, logro que igualó otro de los participantes y que se vio superado por dos colombófilos. Las palomas de Simón llegaron en los puestos noveno, décimo, cuadragésimo noveno y quincuagésimo.

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