Secretario comarcal de la UPL en el partido judicial de Astorga
«La división administrativa en la provincia debería ser en comarcas»
Aboga por una cierta flexibilidad en las normas, resta importancia al cobro de las cuotas entre los afiliados y reclama el saneamiento integral de las cuencas de los ríos en la zona
Nunca antes había ocupado un cargo de representación en el partido. Desde hace un año es alcalde de Val de San Lorenzo. -¿Cuánto tiempo durará su responsabilidad al frente de este comité? -Creo que son dos años, pero los estatutos del partido me han preocupado poquísimo, porque creo que un partido no lo hacen unos estatutos, sino la idea un sentimiento, y el aunar criterios. -Los estatutos de UPL ¿dicen algo sobre las normas de presentación al cargo que ahora ostenta? -Yo entiendo que los estatutos dicen que la asamblea de afiliados es soberana. Por eso cuando se creó la gestora comarcal su cometido era elaborar unas normas que aprobó la asamblea. Hecho esto nadie puede decir nada porque es lo único legal que hay. En cualquier partido el carácter asambleario no se debería perder, porque permite más participación. -Las normas que elaboró la asamblea ¿permitían que todos los interesados en optar al comité comarcal se presentaran libremente? -No, porque las normas que se habían planteado pretendían potenciar a quienes han trabajado con la UPL.. Nosotros pedíamos dos años de militancia y seis avales, aunque sí es verdad que del comité comarcal. Nuestra intención es que lo avalara este órgano, porque conoce a los afiliados que han demostrado ganas de trabajar. Había alguna norma que pudiera parecer, a ojos de alguno, que no era democrática. Pero yo creo que sí lo son, y la asamblea de afiliados lo avaló. -Entonces esas normas ¿no eran un intento de cerrarle las puertas a quien, por ejemplo, careciera de avales? -No, de hecho al final nosotros abrimos el comité comarcal a todo el mundo, y la gente que lleva tiempo, está en él. -¿Están ya superadas las diferencias entre el anterior secretario comarcal, Enrique Soto, y el actual comité, y entre usted y el ex secretario local, José Manuel Aparicio, que también aspiraba a relevar a Soto? -Esas diferencias tienen que terminar desde el momento en que termina la votación, por lo que a mí respecta. Y por lo que respecta a la gente que formaba la gestora, así fue. Espero que todos colaboren. -Con los problemas que ha tenido el partido, que haya varios aspirantes a un cargo ¿contribuye a empeorar la imagen de UPL? -Al contrario, da vida al partido. Es malo cuando todo el mundo dice que sí, y todo el mundo acepta todo, porque no se aporta nada. Cuanto más debate hay, mucho mejor, si todos acatan el voto mayoritario. -¿Qué necesidades de la zona va a exigir que sean cubiertas? -Reclamaremos un saneamiento integral de las cuencas, como única forma de tener los ríos limpios. Cuesta dinero, pero León se merece una actuación de la Junta en este sentido, y Astorga con mucha más razón. Sería beneficioso un consorcio de agua de toda la provincia como parece que pretende la Diputación. En otro orden de cosas, y aunque yo no quiero que esto sea como el Bierzo, creo que la división administrativa provincial debería ser por comarcas. En la provincia existen dos fuerzas muy potentes: el Bierzo y León capital, que proporcionan la masa fuerte de diputados. La comarca de Astorga sólo dispone de dos. Si tuviéramos un consejo comarcal en condiciones distribuiríamos más cercanamente nuestros propios recursos. -Uno de los problemas que ha tenido el partido en esta zona es la falta de compromiso de algunos militantes en cuanto al pago de las cuotas. ¿Esta será otra prioridad del comité comarcal? El nuevo comité ¿está al corriente de las cuotas? -Yo, por cierto, sí lo estoy. No me gusta cuando se incide mucho en los estatutos y en las cuotas. La cuota es simbólica y todo el mundo podría pagarla. Pero el pagar una cuota a veces desune, porque bastante gasta ya un afiliado, por ejemplo de Lucillo, o de La Cabrera, que acomete las campañas con dinero de su bolsillo. Acepto que hay que poner unas normas, unos estatutos, pero que sean flexibles. La financiación debe venir de los cargos públicos importantes porque tienen asignaciones propias, que así se hace, para el partido, y de alcaldes de ayuntamientos mayores de determinado número de habitantes, que también tienen unas asignaciones para infraestructura, y luego con imaginación. Voluntariamente, el que quiera puede dar un dinero para el partido, pero no seré yo quien exija a la gente ni dos ni tres euros al mes. Además, cuantas menos normas mejor funciona. La gente se va a unir si quiere trabajar. -¿Qué opina de la gestión de Melchor Moreno y su equipo y de su proyecto político? -Veo algunas lagunas, se lo he dicho a Moreno, y creo que deben ser tratadas internamente, pero desde mi posición, y la del comité comarcal, intentaremos ayudarle. Que el comité comarcal de Astorga no funcionara como nosotros pensamos que debía era una de esas lagunas.