LA SALUD
«El primer síntoma, la depresión»
Según la socia fundadora de Plafar Mercedes Unceta, la ingesta de arsénico puede desencadenar un síndrome químico múltiple, que, en su casos más extremos, obliga a vivir al afectado «en una burbuja», al desarrollar un rechazo a todo tipo de sustancias químicas. «Sólo hay tratamiento en Dallas», aseguró, y se refirió al caso de una mujer española, recién difundido por los medio de comunicación, al contra con la ayuda del constructor conocido como el Pocero . La investigación En España se estudia este síndrome «en el Hospital Clínico de Barcelona», señaló Unceta. La empresaria explicó que la dolencia «afecta de manera especial al sistema neurológico» y añadió que «el primer síntoma es la depresión y en el pueblo existen un buen número de casos». «Todo lo que pasa a la gente del pueblo no son cosas de la edad, sino de que se encuentra químicamente afectada».