El siniestro se originó sobre las 2,45 horas de la madrugada de ayer
El incendio de un obrador obliga a desalojar un edificio de viviendas
El 112 atendió a uno de los responsables del local, al mostrar síntomas de intoxicación
La ambulancia medicalizada y el camión de bomberos, en el lugar del incendio
El incendio del obrador de una panadería de la calle de Juan Ramón Jiménez obligó en la noche del martes al miércoles a desalojar un edificio de viviendas de cinco plantas, situado en el número 14 de la citada vía, a consecuencia de la intensa humareda que salía de las llamas. Sobre las tres menos cuarto de la mañana, la Policía Local recibió la llamada de un vecino en la que se alertaba del suceso. La patrulla de servicio se desplazó hasta el lugar, evacuando todas las viviendas habitadas del inmueble -el número de pisos es de 14, pero algunos se encuentran vacíos- como medida de precaución y avisando al servicio municipal de extinción de incendios y a la Guardia Civil, cuerpo que desplazó hasta el lugar una patrulla. Los responsables del obrador, vecinos de la misma calle, se presentaron en su negocio. Ante la insistencia de uno de ellos por entrar y hacer frente a las llamas, los agentes lo acompañaron al interior de la panadería con los extintores del coche patrulla, cuyo contenido descargaron sobre las llamas que consideraron el foco principal del fuego. El humo impedía la visión en el interior del local, por lo que el grupo se vio obligado a salir. En la calle fue necesario solicitar la intervención del 112, que envió una ambulancia medicalizada para atender al responsable de negocio, que presentaba síntomas de intoxicación. La extinción El equipo de extinción de incendios del Ayuntamiento se hizo cargo de apagar las llamas. El incendio se consideró extinguido a las 3.25 horas de la madrugada de ayer, si bien se continuó arrojando agua en el establecimiento hasta las 4.20, con el fin de enfriar el lugar y evitar un rebrote de las llamas. Según manifestaba ayer uno de los vecinos evacuados -que se sintió alarmado al escuchar un ruido, posiblemente debido al desprendimiento de parte del techo del obrador- «todo quedó en un susto». Ayer, la panadería pudo abrir sus puertas al público, si bien las labores de limpieza en el obrador se prolongaron durante toda la jornada.