Los agentes medioambientales de La Robla sorprenden a un pescador furtivo

Los agentes medioambientales de la comarca de La Robla sorprendieron el pasado miércoles a un pescador furtivo de León en un tramo libre, afluente del río Curueño en el término municipal de Valdepíelago. En el momento de ser sorprendido por los agentes, el pescador llevaba una caña con la que pescada con cebo prohibido y una cesta en la que llevaba 21 truchas de las que once no daban la medida mínima reglamentaria, que en ese tramo es de 21 centímetros. Los agentes de Apafle, Asociación Profesional de Agentes Forestales y Medioambientales de León, alerta sobre el uso de estas prácticas furtivas, que son delito. La práctica del furtivismo es un delito que está recogido en la ley de protección de los ecosistemas acuáticos y de regulación de la pesa en Castilla y León. Desde que comenzó la campaña en el mes de abril, los agentes medioambientales ha denunciado ya a seis pescadores furtivos en las zonas trucheras de León, como son el Curueño y el Torío. Tras sorprender al furtivo, los agentes de la comarca de La Robla se incautaron de todo el material de pesca y las truchas y denunciaron los hechos a la guardia civil. Los responsables de Apafle instan a los pescadores a cumplir con la ley y respetar laas medidas mínimas que exige la práctica deportiva de la pesca. El uso de técnicas ilegales es un delito que puede estar sancionado con multas de diversa cuantía.