Matanza recibe como héroes a los paracaidistas
Los vecinos quisieron saludar y felicitar a los soldados del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo que ofrecieron una exhibición con motivo de las fiestas
El jefe de la escuadrilla, a punto de tocar suelo, con la bandera nacional desplegada
Las fiestas de la Cañamona, la Virgen del Rosario de Matanza de los Oteros, han tenido este año un acontecimiento que tardará en olvidarse. El pueblo pasó un buen rato de la tarde de ayer pendiente del cielo, contemplando el descenso de paracaidistas del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (Eada), del Ejército del Aire. Con base en Zaragoza, el Eada se constituyó en junio del 2000, con la misión de proporcionar la defensa, despliegue y mantenimiento de las condiciones de operación de las unidades aéreas, a semejanza de otras unidades que operan en la Otan. El escuadrón tiene carácter multidisciplinar, realizando tareas tan diversas como la logística, el control de vuelos desde tierra, la escolta en el interior de vuelos militares y el paracaidismo. Fueron cinco los militares que saltaron desde un avión T-21, del Ejército del Aire, en las eras de Matanza, ante un público expectante, sabedor que estas exhibiciones no son frecuentes en el medio rural. El T-21, un aparato para el transporte de tropas y material, realizó un vuelo rasante antes de las cinco y media, a una altura lo suficientemente baja para despertar la admiración de quienes ya se habían congregado en el lugar. En la era, un equipo de controladores de combate había tomado ya datos de las condiciones para efectuar el lanzamiento mediante el uso de un globo de helio. Tras alcanzar los 6.000 pies de altura, desde el avión se lanzó un derivómetro, para orientar a los especialistas sobre el viento. En la siguiente pasada, tres de los cinco paracaidistas saltaron del avión. Vecinos del pueblo y del contorno miraban al cielo para no perder detalle: desde el punto que, de pronto, se separaba del aparato hasta la mancha roja que se veía en el momento de abrirse el paracaídas. Otros dos militares saltaron cuando sus compañeros ya habían tomado tierra. Uno de ellos, tras dejar una estela de humo amarilla en el aire, desplegó una bandera nacional. El aplauso Finalizada la exhibición, la gente quiso felicitar a los héroes de la tarde. El alcalde, Marcelo Alonso, entregó a los soldados del Eada un diploma como muestra de gratitud del Ayuntamiento a este cuerpo, presente en Afganistán -es la unidad de la Otan que más tiempo ha permanecido en este país-, Chad y El Líbano.
