Un ocurrente desfile

Un estupendo día de fiesta, acompañado de una fenomenal climatología, logró que el desfile de Carrozas y comparsas, que ayer por la tarde tuvo lugar por las principales calles de la localidad de Quintanilla del Monte, no defraudara ninguna de las expectativas puestas en éste, y un año más, fue el eje central de todos los actos festivos de las fiestas en honor a Nuestra Señora del Rosario, y aquel que mayor número de personas congregó en todo el recorrido. La expectación creada entre las gentes que se agolpaban a lo largo de las calles fue grande, y la juerga y risas del publico fueron constantes en las más de dos horas de puesta en escena, gracias a las buenas ocurrencias de los autores de las carrozas, que hicieron pasar una agradable tarde a los presentes. Clima carnavalero Los participantes en la parada ridiculizaron desde un velatorio, con difunto incluido, a la fiesta nacional y sus principales figuras, dentro de un clima propio del carnaval y, a pesar de su irreverencia, de sana crítica social. Los actos festivos comenzaron con unos simpáticos y alegres pasacalles que animaron a todos a levantarse de la cama e iniciar la fiesta. Una misa en honor a los difuntos de la parroquia al mediodía dio paso a un estupendo y animado baile-vermú, en el cual se celebró un animado concurso de rumbas. El baile y los premios La tarde estuvo íntegramente capitalizada por los actos de preparación y puesta en marcha del desfile de Carrozas. A su término se celebró el sorteo de un jamón, al que siguió la verbena, amenizada por la orquesta Costa Azul. En el intermedio de ésta tuvo lugar la entrega de premios a los mejores participantes en los distintos concursos celebrados a lo largo de estos días de festejos. Unas fiestas que tuvieron su punto final con la ultima canción interpretada ya en la madrugada por la orquesta y que recordó a todos, que para las próximas fiestas ya falta menos.