Después de Hulleras, las cooperativas
El sector cooperativista de la rama del textil se inició en Cistierna en 1991 tras el cierre de las minas de Hulleras de Sabero que llevó a la calle a unos trescientos trabajadores. La situación económica de la comarca y de muchas familias hizo que las mujeres tomasen la iniciativa de montar cooperativas textiles de la mano de la empresa Teleno. Esto llevó a que, en apenas un año, la comarca contase con trece cooperativas y diese empleo a más de un centenar de mujeres. La puesta en marcha de estas cooperativas obligó a cada mujer a invertir unos 4.000 euros para la adquisición de maquinaria especializada. Una inversión que a lo largo de los años se fue incrementando. Los trabajos que se realizaban era de ropa de lencería y baño en jornadas de ocho horas en las instalaciones y que se incrementaban en varias horas más dado que era costumbre llevar trabajo para casa. La fuerte recesión económica que vivió la comarca de Cistierna, y que aún vive, se vio algo mitigada por la apuesta que estas mujeres realizaron para poder llevar unos ingresos a sus familias que en su amplia mayoría vivían del desempleo de sus maridos que se vieron en la calle tras el cierre de la minería. Las antiguas escuelas de Cistierna y las situadas en el barrio de Santa Bárbara se convirtieron en los principales centros de generación de empleo femenino de la comarca y permitió dar un ligero pero importante impulso económico a las economías familiares. Ahora tras 17 años de duro trabajo realizado en cadena en las cooperativas les ha llegado la hora del cierre, la crisis que envuelve a todo el mundo también las ha afectado y ha obligado al cierre de sus instalaciones.