Las obras de recuperación del edificio y de su maquinaria comenzaron a mediados del 2005
La transformación de la harinera en museo suma 1,3 millones de euros
El proyecto expositivo del Centro de Interpretación de La Bañeza se licita en 238.000 euros
El Ayuntamiento de La Bañeza confía en abrir el Centro de Interpretación de La Bañeza antes de que termine el año que viene, según manifestó ayer el concejal de Obras y Urbanismo, Felipe Alba, después de haber realizado una inversión cercana a 1,3 millones de euros, tanto con financiación propia como por transferencias de otras administraciones. Hasta el momento el Servicio Público de Empleo de la junta de Castilla y León ha aportado 414.000 euros en un taller de empleo para la rehabilitación del edificio y su maquinaria y otros 433.000 para una escuela taller con los mismos fines. Por parte del Ayuntamiento, 170.000 euros se invirtieron en reparar la cubierta y obras de carpintería y 42.757,60 euros en rematar la caja de las escaleras y del ascensor del inmueble. En la antigua fábrica Harinera de la firma Martín Toral tan sólo queda por redactar el proyecto museístico e instalar la exposición, actuaciones que salieron ayer a adjudicación. El contrato sale a concurso con un presupuesto base de licitación de 205.200 euros, a los que se añaden 32.832 correspondientes al IVA, un total de 238.032 euros, correspondientes al plan de la Diputación dirigido a los municipios con más de 3.000 habitantes. Según el pliego de prescripciones técnicas para la contratación, el carácter del edificio, construido a principios del siglo XX, es «muy representativo del pasado y evolución de la ciudad». Su rehabilitación para uso cultural debe enseñar al visitante la evolución de la ciudad en los últimos cien años, «incitando a los visitantes a conocer y disfrutar de lo que La Bañeza ofrece». Además, el proyecto museístico debe mostrar el proceso de fabricación de la harina que se desarrollaba en la fábrica, de la que se conserva, ya restaurada, toda su maquinaria. Las empresas que opten a la adjudicación del concurso deben contar con un equipo multidisciplinar compuesto, como mínimo, por un historiador, un especialista en temas locales, un arquitecto, un diseñador gráfico un arqueólogo, un museólogo un diseñador de sistemas audiovisuales, un técnico en iluminación y un especialista en sistemas especiales expositivos. El criterio de evaluación de las propuestas atenderán a la memoria técnica, a la que la mesa de contratación podrá calificar con un máximo de 40 puntos, y los criterios económicos, 60 puntos en total, que se distribuyen hasta 30 puntos a la oferta económica más baja, hasta 20 por aumentar el plazo de garantía de los trabajos y hasta diez por reducir el plazo de ejecución de obra.