| Reportaje | La paz después de la guerra |
Reconciliación y homenaje
Militares de distintas nacionalidades resaltan su convivencia común en Europa en un acto que recordó a todos los caídos y a los voluntarios de la Guerra de la Independencia
Una bajo relieve recuerda a los voluntarios de Astorga que lucharon en la Guerra de la Independencia
astorga
Superar las heridas y los errores y recordar a los muertos. El último día de las jornadas napoleónicas sirvió para poner de manifiesto que las naciones que hace doscientos años peleaban por el control del territorio conviven ahora pacíficamente en el seno de Europa, y para rendir tributo a los voluntarios y los civiles que arriesgaron o perdieron su vida en la Guerra de la Independencia. Los astorganos integrantes del tercer Tercio de Voluntarios de León, que en junio de 1808 y portando el pendón de Clavijo partieron para reforzar al ejército español frente al invasor francés, estarán por siempre en la memoria de todos, gracias al bajorrelieve que desde ayer los recuerda en la casa Elsa. Además, los miles de personas, militares o civiles, que entre 1808 y 1812 perecieron en la ciudad durante esta contienda recibieron ayer un homenaje institucional, simbolizado por un piquete compuesto por recreadores de los ejércitos español, portugués, británico y francés, que depositaron una corona de flores a los pies del monumento del León y el Águila.
«Estamos celebrando días de vida y muerte, de infierno y gloria, que ahora deben ser de hermandad», indicó ayer el cronista oficial de Astorga, Martín Martínez. «La placa a los Voluntarios de León nos hace sentirnos orgullosos de su sacrificio y su entrega», apuntó el coronel jefe del regimiento, Francisco Javier Muñoz. «Astorga es la ciudad que no se rindió a Napoleón en su corazón», señaló el delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández.
«Ciudad empobrecida»
«Este pueblo sufrió mucho durante la guerra, la gente humilde tuvo que alojar muchísimas tropas de 1808 a 1812, y la ciudad quedó empobrecida», manifestó el alcalde, Juan José Alonso Perandones que, en otro momento indicó: «El reto de Europa frente a los Estados Unidos y China reclama una unión urgente, una carta europea y unas medidas económicas que ayuden a caminar juntos en momentos difíciles».
El coronel Francisco Javier Muñoz fue el encargado de leer el Real Decreto 74 del 30 de junio de 1811 de las Cortes de Cádiz, que premia a la ciudad de Astorga «por su heroica resistencia a las tropas francesas». El decreto reconoce que la plaza «era pequeña y estaba mal fortificada», y otorga el título de Beneméritos de la Patria a los defensores de la ciudad.