A la opinión pública

ME SIENTO obligado a hacer públicas unas aclaraciones sobre el tema de las grabaciones del Ayuntamiento, ya que las malas lenguas empiezan a pulular por nuestras calles, bares y mentideros. Dice el refrán que quien calla otorga, y no es el caso de este concejal, que no lo hace ni ante las presiones, ni amenazas, ni chantajes, porque quien no teme la verdad nada tiene que temer de la mentira, por eso, quiero aclarar estos hechos, primero ante los ciudadanos y lógicamente ante la justicia, que será quien determine.

Se me atribuye el haber hecho esas grabaciones, y desde estas líneas quiero dejar bien claro que no tengo nada que ver con tales hechos en cuanto a su realización, al contrario, creo ser el objetivo principal de una conspiración que se trataba de llevar a cabo, pero que no se llegó a materializar por aquello de que quien busca lo perdido puede encontrar lo que no busca (como pasará, ya verán). Tales difamaciones hacia mi persona, sólo pueden ser fruto de los autores reales que sabiéndose descubiertos y que su situación empeora, les es muy fácil buscar culpables, prefiriendo que diez de estos escapen a que un inocente sufra (práctica habitual en los timoratos). La dignidad de una persona está por encima de todo, y como la única verdad es la realidad, por la parte que a mí me toca no permitiré que quien actúa sin escrúpulos y con mentiras la mancillen, y para ello nada mejor que confiar en la justicia que es la reina de todas las virtudes.