Diario de León

Val de San Lorenzo | El acto puso fin a la conmemoración de los 150 años de la fabricación del primer cobertor

El pueblo homenajea al vecino que revitalizó el textil local en el XIX

Una placa recuerda la casa en la que residió José Cordero Geijo, que sacó al sector de la crisis

El alcalde, Guillermo Tejerina, ante la puerta, durante el descubrimiento de la placa en honor a Jos

El alcalde, Guillermo Tejerina, ante la puerta, durante el descubrimiento de la placa en honor a Jos

Publicado por
A. Domingo
León

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Fue el punto final a un año en el que el Val de San Lorenzo ha conmemorado los 150 años de su renacer textil. Fue en 1858 cuando José Cordero Geijo abandonaba Val, cuyos textiles típicos habían entrado en declive, ante la competencia de la industria catalana. Cordero Geijo regresó al pueblo a los pocos meses, tras haber trabajado en la fabricación de mantas en Palencia, para poner en marcha el proceso aprendido.

Ayer, el Ayuntamiento de Val de San Lorenzo rindió homenaje al emprendedor, en una acto que se desarrolló en las instalaciones de la Comunal -”empresa surgida gracias a las innovaciones que había traído el vecino, convertida ahora en museo textil-”. Posteriormente, se descubrió una placa en la fachada en la que vivió el motor de la revolución textil de Val de San Lorenzo.

Una marca viva

El alcalde de Val de San Lorenzo, Guillermo Tejerina, leyó ante los vecinos y visitantes congregados con motivo del acto, parte de un escrito de Eusebio Díez García, que fue maestro en la localidad maragata, en el que trataba de contar la vida del innovador del sector. «Lo que intentaba este maestro era que se conocieran las mantas de Val, a las que se llamaba entonces de Palencia. Se trata de un libro corto, que se lee en diez minutos, y que podría haberse escrito ahora, a la luz de la realidad actual del pueblo», explicó Tejerina en declaraciones a este periódico. El regidor maragato explicó que «durante todo este año de celebraciones hemos intentado traer a expertos en reindustrialización. Nos encontramos ahora con que en Palencia no hay mantas y se venden como palentinas las que fabrican aquí y lo mismo sucede con las zamoranas. Por eso, lo mismo que han aconsejado los expertos ahora ya lo sostenía don Eusebio a principios del siglo XX: hay que reivindicar la manta del Val», como si de una marca se tratara.

En el acto intervinieron otros miembros de la corporación municipal, así como representantes de asociaciones locales y de los fabricantes de mantas.

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