El invierno en «La Panera»
EL INVIERNO ha entrado por la puerta principal, se acaba el año, el frío arrecia; ¡que calentito se está en
!. Me refiero a esa revista que edita la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León bajo la extraordinaria coordinación de la poeta Mercedes González Rojo. Esta mujer (que como ella misma dice en la página 3 del último número de esta revista titulado
: «Durante años, mi ejercicio profesional me ha puesto en contacto con el mundo de las personas mayores que, a menudo, me ha sorprendido gratamente en una serie de aspectos que en otros colectivos de menor edad pasan más desapercibidos») junto con el equipo de redacción de la revista y colaboradores, hacen un repaso en cada número de
de oficios ya desaparecidos o a punto de claudicar. También dedican sus páginas a divulgar los talleres que los centros de Personas Mayores establecen para el ocio, el aprendizaje de las nuevas tecnologías, los talleres de intergeneracionalidad con niños de entre seis y catorce años, pero lo que personalmente más me llena y me llama la atención es la dedicación que
da a la literatura y a la creatividad ¡Chapó! Me acabo de quitar el sombrero leyendo los poemas que siempre están presentes en la revista, o ese relato titulado
de María del Carmen Díez Velasco que todos deberíamos de leer cuando nos entre el acelerón del consumismo, del tengo que ser el mejor, el más guapo y el más-más de todos, por aquello de que la época que nos ha tocado vivir y la moda actual así lo imponen. Tampoco es manco el artículo dedicado en una Panera anterior a Manuela Rejas, vecina querida de este rincón del Órbigo que nos muestra el tesón, el tira-pa-lante, las ganas, el poder de una mujer que ha tenido, como muchas de las que hayan llegado a los 83, bregar con el mundo y sacarle partido hasta a las trampas de la vida.
Como es habitual, en el conjunto de frases que forman
, suele ir una receta, pero hoy la señá Cazuela dice que
, que no se va a poner a cocinar entre personas que saben muchísimo más que ella, que hoy se toma la tarde de descanso para leer
y aprender muchas cosas que ya hemos olvidado o para recordar otras que dormían en el oscuro sueño del olvido. Gracias a Mercedes G. Rojo, al equipo de redacción, a los centros de personas mayores, a los colaboradores que envían material para la elaboración de la revista, a los responsables de diseño gráfico, maquetación e impresión y a los editores, se teje una revista gratuita que nos enseña a ser mayores con dignidad, respeto y honestidad.