CARTA TE ESCRIBO | MARTÍN MARTÍNEZ
Corto y cierro
QUERIDO hermano: Porque es mi intención no darte más la turra con este asunto que puede tenerte hasta la coronilla. Acaso más a tu alcalde don Francisco. Por eso corto y cierro, pues lo que tenía que decir, y escribir, sobre la Vía de la Plata -”la auténtica-”y esa red de ciudades de la Ruta, ya está dicho, con referencia a la espantada y desplante que el alcalde bañezano ha propiciado a la asociación de Pueblos en Defensa de la Vía. Lo cual no es obstáculo para que en día indeterminado tengamos que volver a las andadas.
Tal vez en el consistorio bañezano tengan la fórmula mágica para poder tener, sin desdoro, un par de velas encendidas; fórmula que si es efectiva, lo cual habrá que verlo, podrán patentarla y exportarla con su correspondiente valor añadido. ¡¡¡Qué difícil, querido, es servir simultáneamente a Dios y al Diablo!!!. Sí hermano, corto y cierro, no sin dejar impresas unas leves consideraciones que sé hacen suyas muchos bañezanos. Decirles a José Miguel Palazuelo y al arrepentido Cabo Carrasco -”ellos lo saben tan bien y mejor que yo-” que ese ofrecimiento de la red, ese venir ella y no ir ellos, ha sido permanente desde 1997. Desde entonces la red está viniendo siempre con sus cantos de sirena; y siempre habían sido rechazados, también por parte bañezana. Decirles que sí -”ellos lo saben porque han participado en alguna ocasión-”, que Astorga ha presionado cuanto ha podido; es cierto, y seguirá haciéndolo como ocurrió en Lisboa, en León, en Cáceres o en Barcelona. Es su obligación como defensora de la historia y de un patrimonio que nuestros antepasados nos legaron. Y en referencia a la alusión de Palazuelo a «algunos comentaristas», es bien gratuita; eso no es presión, es exponer la verdad pura y dura, la cual duele. Ahora comienzan algunos bañezanos a posicionarse en este sentido, de lo cual me congratulo y veremos qué calificativo les proporciona.
No tengo ni idea, hermano, si en La Bañeza los promotores de esa adhesión han pensado, en algún momento, sobre la situación en que dejan a los pueblos por los que discurre la Vía de la Plata entre La Vizana y La Bañeza. Alija, Genestacio, Quintana del Marco y otros con claros y resonantes nombres que nos trasladan a la época romana. Aislados e indefensos quedarán ante el quiebro que hará la ruta de la red de Ciudades para acceder a La Bañeza, si es que algún día se acerca.
Y aún más querido; queda por saber la reacción que tendrán los pueblos y municipios asentados a la vera de la 630 entre Benavente y León. ¿Permitirán ese desvío que con el ingreso de La Bañeza es obligatorio realizar? Será un desvío que, sin duda alguna, les proporcionará cuantiosos perjuicios, pues bien sabes que ya más de un negocio asentado en esas localidades se denomina Vía de la Plata . ¿O es que esa red tendrá el privilegio de poder nominar Vía de la Plata a dos caminos? Es un galimatías que con el tiempo se desenredará, supongo.
Después queda el trayecto de La Bañeza a León. O retroceden a Benavente o tendrán que darle salida por Santa María del Páramo o por Hospital de Órbigo, digo yo. Lo que presupone que alguno de esos municipios tendría que acceder a formar parte de dicha red y el Cristo que se va armar con el discurrir de la pobre Vía va a ser de juerga. Tengo en la memoria aquella contestación que, en su día, nuestro ínclito cronista, don Luis Alonso Luengo, propinó al presidente Lucas cuando querían fagocitar la Casa de León en Madrid: «Pobres sí, pero leoneses»; algo así fue. Por un plato de sopa de avecrem, ni siquiera lentejas, sigamos pobres, pero astorganos.