«Un daño irreparable para todo Valderas»

Los habitantes de Valderas defienden con firmeza la rehabilitación y conservación del azud de la fábrica de Varela. De hecho, siempre ha habido en la villa tradición de organizar facenderas para su mantenimiento y está muy ligado a las actividades veraniegas de la localidad, entre ellas el clásico Descenso del Cea, que comienza en el puente de la carretera de Valencia de Don Juan y termina en el mismo azud.

Además, el alcalde reivindica que la presa «es lo que mantiene el agua en nuestro río en momentos puntuales del verano». Eloy Rubio señala que «su desaparición supondría un daño irreparable para todo Valderas, así como el hecho de los proyectos nuevos previstos para el pueblo, para los que es imprescindible el azud, por no hablar de su aprovechamiento para mantener nuestra vega».

El embalse se construyó bajo el mando del conde Gonzalo Osorio, gobernador de la plaza militar entre 1175 y 1180. Con esta actuación, cambió de sitio el lecho del río y lo acercó a la fortaleza para evitar así los ataques por sorpresa, según relata el historiador A. Prieto en su obra «Historia de Gordoncillo».