El museo de la minería de Sabero recibe 36.000 visitas en su primer año

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León situado en Sabero celebró ayer su primer año de vida desde que el 2 de julio de 2008 lo inaugurara el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. En este tiempo, la dirección del museo hace un balance muy positivo teniendo en cuenta las casi 36.000 personas que han pasado por las instalaciones de la remodelada ferrería de San Blas.

Este museo nació como una experiencia nueva al tratarse de un museo de carácter regional y con la particularidad de estar situado en un área rural y alejado de las principales vías de comunicación, cosa que no pasa con el museo de arte contemporáneo de Castilla y León (Musac) o el museo etnográfico. En este sentido y a pesar de la incertidumbre inicial, el director del museo de la Siderurgía y la Minería de Castilla y León, Roberto Fernández señaló que «ha sido un año muy positivo y aspiramos a más».

A lo largo de este primer año de andadura las actividades que se han organizado en el museo han sido numerosas, no solo sobre temática relacionada con la minería y la siderurgia, sino de otros temas variados que han generado una importante demanda y respuesta por parte de la gente. Las actividades desarrolladas han sido propuesta para los niños, ciclos de cine y documentales, actuaciones musicales, curso y seminarios que pretenden que «el museo esté vivo, dé un servicio cultural y para estar en contacto con los usuarios, que en muchos casos nos van dando ideas», según explicó Fernández.

Para el director del museo éste es el principio ya que «ahora es el momento en que este centro cultural se está consolidando a nivel nacional dentro de este tipo de museos». Hasta el momento «se ha abierto un hueco dentro del mundo de la cultura de la provincia de León aunque la intención es seguir trabajando para que el museo se convierta en el referente de los museos de la siderurgia y la minería de todo el norte de España», según Fernández.

Este museo es un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Sabero y la Junta de Castilla y León que ha permitido en la primera fase rehabilitar la ferrería de San Blas, una nave de ladrillo que albergó la lonja de laminación de la primera ferrería de España que funcionó hasta mediados del siglo XIX. Hay prevista una segunda fase para musealizar las instalaciones de la mina de Sucesiva.