... y el chocolate espeso
Carta te escribo | martín martínez
Querido hermano: Pero sobre todo las cosas claras. El espesor y consistencia del chocolate a la taza, tan de clérigos astorganos decimonónicos, puede ser cuestión de un serio estudio y encuesta razonada. Lo que sí debe ser un axioma indiscutible e incuestionable es el de las cosas claras. Porque, mira querido, han surgido en estos días dos asuntos más que espesos, como el chocolate hecho a la antigua usanza astorgana. Ya ves, Zapatero, el hombre de las mil promesas lo labra bien labrado, lo bate bien batido. Y le sale un chocolate que no veas; espeso, pero espeso de verdad, tú; hasta el punto que mucho me temo llegará el día que no sea capaz de sacar los pies del barro que él mismo ha amasado. Prometió la retirada de las tropas de Irak; perdió el culo -”personalmente, creo que bien perdido-” en devolver a los chavales a casa. Ahora anda a vueltas con la central de Garoña e invoca para su cierre estar incursa la dicha central en una de sus promesas electorales. Pero se ha comprobado que nuestro presidente, el del pacto de la mantecada, tiene doble rasero para el cuartal. Vino, hace cinco años, por estas tierras que son las suyas. Entre otras, traía en el morral dos promesas electorales de calado: eliminar el peaje de la autopista León-Astorga y la reapertura del ferrocarril que decimos del Oeste. Oye, ninguna está cumplida y mucho me temo que las depositó en el almacén del limbo.
El segundo asunto en cuestión produce un chocolate que es pura mierda, hermano. Hace años, aquí mismo quedó vaticinado y se nos trató de agoreros y trileros por un tal señor Prieto de quien no hemos vuelto a recibir carta. Gersul ha sido un rotundo y total fracaso y el CTR -”en román paladino, basurero-” de San Román el timo del siglo XXI. Daría para escribir varios volúmenes y quedaría mucho sin contar, amén de lo que falta por venir. Después de cinco años, en Gersul han confesado el fracaso absoluto. Se habla de deudas millonarias; de créditos millonarios necesarios para no ahogarse; de aumentos en las tasas de hasta un 20% en los próximos cuatro años, sin contar el palo que arrearon estos meses; se han reconocido, tarde, las malas gestiones; se denuncia un mal reciclado que se vio desde el primer día, de no producir la electricidad ni el gas que se había programado, de la baja producción de compost; total, hermano, que ha sido el fiasco y engaño más descarado que te imaginas. Qué cosas, en Gersul han tardado cinco años para percatarse de ello. Y entre tanto, Leon ciudad, la de las externalizaciones, adeuda a Gersul o a quien corresponda, la friolera de doce millones y medio de euros; y San Andrés del Rabanedo dos y medio. Los dos más beneficiados, los que políticamente nos endosaron el CTR, son los morosos y estáte seguro que seguirán en esa línea; al tiempo. Eso sí en Gersul ya han decidido tomar una medida; van a nombrar una serie de inspectores, supongo que con buenos devengos, para vigilar... lo que haya que vigilar.