Rutas con identidad propia

El Parque Nacional de los Picos de Europa lleva casi dos décadas ofreciendo a los visitantes un servicio de rutas guiadas durante los meses estivales de julio, agosto y septiembre. Estos itinerarios son una herramienta dispuesta por el parque para acercar a los participantes los valores naturales y etnográficos que atesora este espacio natural a través de las explicaciones del equipo de guías-intérpretes del patrimonio existente en cada zona del parque.

Se trata de un servicio público gratuito diario que se ofrece en las tres vertientes del parque y en el que no es necesario formalizar reserva alguna, sino presentarse puntualmente a la hora señalada en el punto de partida. Para más información, los participantes pueden dirigirse a cualquiera de los múltiples puntos de información establecidos durante el verano por el parque, a las oficinas de cada zona, o bien consultar la página web de parques nacionales donde vienen detallados todos los itinerarios interpretados. Estas rutas se realizan por la mañana y están diseñadas para que pueda participar un público mayoritario, si bien es necesario un mínimo de condición física para salvar los desniveles que requiere cada itinerario.

Este año se han dispuesto dos nuevas rutas guiadas en la zona leonesa, una en Sajambre y otra en Valdeón, con un gran contenido propio de cada uno de los valles.

En Sajambre se realiza los viernes la ruta denominada Félix de Martino, en la que, tras salir de Soto de Sajambre, se realiza un breve recorrido por los bosques próximos y se finaliza con una visita a la fábrica de luz encargada por el mecenas y a la escuela de Soto de Sajambre, incluido el gabinete de ciencias que atesora una excelente colección de material didáctico de comienzos del siglo XX.

En el valle de Valdeón la novedad es la ruta del Monte Corona, cuyo itinerario se realiza los lunes desde la caseta de información de Tejaoscura (entre Cordiñanes y Caín) discurriendo a través del mítico monte donde se encuentra la ermita de la patrona del valle y visitando el chorco de los lobos, trampa de origen casi inmemorial, utilizada hasta hace unos cuarenta años y con la cual los vecinos del Real Concejo de Valdeón, a través de una compleja estructura organizativa regulada por ordenanzas de montería, combatieron durante siglos al mayor enemigo de su ganado, el lobo.