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León

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Opinión | JOSÉ M. CAMPOS

Una vez más los políticos de la montaña oriental leonesa vuelven a montar el circo, siempre en favor de sus intereses. Lo han hecho con San Glorio, con las promesas de evitar la despoblación, con el desarrollo de la montaña, es decir, con todo lo que prometen que nunca han cumplido. Ahora el circo se ha trasladado a la presidencia del grupo de acción local. Un grupo que va a mover varios millones de euros provenientes de Europa. Los del PP a «palos» entre ellos. ¿Cómo debe andar el «percal» para que Pedro Vicente, Porfirio y Francisco anden de la mano si hace unos meses estaban...?, ya sabe usted como estaban. La norma es muy sencilla, o haces lo que digo o te quedas fuera de juego, es decir, sin subvenciones. Ante tal premisas lo mejor es callar que muchos alcaldes tienen más que perder que ganar si entran en la batalla. En la parte contraria está el PSOE, que trató de formar una lista con el anterior presidente del grupo y alcalde del PP, dejando fuera al sector de Nicanor Sen. Esto disparó las alarmas en las ejecutivas provinciales del PP y del PSOE. El PP no podía permitir ese acuerdo y promocionó e impuso su candidato mientras que en el PSOE se montó la «marimorena», todo un cisma que se zanjó con no presentar candidatura. Las elecciones se celebraron el 12 de junio bajo un símil de esperpento político que se ha vuelto a repetir ayer con la asamblea de socios. O esta situación se reconduce o el grupo de acción local de Riaño corre el riegos de convertirse en el mayor circo «Price» de la historia.