La sequía deja sin agua el río Jamuz en su cabecera y en parte de su tramo medio
Los aportes del Valtabuyo y el sobrante del riego del Órbigo salvan parte del cauce
Ni una sola gota de agua llega a la laguna de la Huertona, en Jiménez de Jamuz.
La falta de lluvias y las altas temperaturas han dejado sin agua algunos tramos del río Jamuz, transitable sin mojarse los pies, en parte del municipio de Santa Elena de Jamuz y sin fuentes que aporten caudal en su cabecera, en Torneros de Jamuz.
Contrasta, sin embargo, que la situación no sea parecida aguas abajo, de Villanueva de Jamuz hasta su desembocadura en el Órbigo, pero es el regadío el que ha mantenido vivo el cauce. Según explicó el alcalde de Quintana del Marco, Pedro Vidal, el sobrante del riego que se capta en San Martín de Torres llega por las canaletas al Jamuz, para regresar al Órbigo, «de manera que se aprovecha toda el agua que sobra», indicó el regidor.
Vidal no descarta ver el Jamuz como en Santa Elena. «El problema lo tendremos cuando se corte el riego del pantano de Luna», indicó.
Aguas arriba, Jorge Fernández, alcalde de Santa Elena de Jamuz, indicó que a la sequía se une el riego en Quintana y Congosto y Jiménez de Jamuz. «Tienen unos derechos y no dejan caudal ecológico, con lo que no es raro ver tramos secos». Por otro lado, el embalse de La Tabla, en jiménez de Jamuz, está cerca, aunque un poco por debajo, del 50% de su capacidad, por lo que aún está lejos de que se pudra el agua y la falta de oxígeno provoque la muerte masiva de peces», como sucedió al final de agosto del 2005.
Desde el Ayuntamiento de Santa Elena de Jamuz «hemos informado al guardia de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD)», ante lo que pueda suceder «si continúa sin llover durante unas semanas», auguró Fernández.
Aguas arriba. El regidor de Quintana y Congosto, Vicente Martínez, explicó que el Jamuz hay agua «entre Palacios y Herreros de Jamuz». Por encima de la primera localidad citada, el río se ha secado, el flujo de los manantiales ha cesado, hecho que «no era frecuente», afirmó. Hay vecinos que dicen que en su vida han visto ese tramo tan seco», añadió el alcalde de un término que ya se adentra en los pinares de la sierra del Teleno.
Los tramos con agua no dan para regar y los agricultores tiran de los pozos artesianos, porque en Quintana y Congosto «el único que corre es el río Valtabuyo, que salva al Jamuz con su aporte». De hecho, Martínez explica que se pensó en llevar agua de este último aguas arriba del Jamuz por una acequia, idea que no se pudo llevar a cabo por el mal estado de la infraestructura, abandonada hace años.
La depuradora del barrio de Congosto es el principal aporte al río Jamuz hasta la localidad de Herreros. «Al menos, se trata de una instalación moderna», indica el alcalde, que insiste en que la cabecera del río «en Torneros, porque aunque venga un reguero de Tabuyo, el río nace en Torneros, no brota el agua desde marzo».