Sahagún ha sabido salvar su patrimonio pero «no su arquitectura tradicional»

«La antigua Casa Cuartel de Sahagún -ubicada entre las ruinas de la abadía de San Benito- es residuo de incongruencia y ejemplo excepcional en un país europeo respecto al trato de dejadez y desprecio hacia el patrimonio durante más de setenta años». Con esta rotundidad se refería ayer en su ponencia el catedrático de la Universidad madrileña de Alcalá, Javier Rivera Blanco, durante la segunda jornada del Congreso Internacional sobre Alfonso VI que se celebra hasta hoy en Sahagún. El historiador de origen palentino hizo un repaso sobre las restauraciones que han sufrido los monumentos medievales de Sahagún, como la llevada a cabo en el templo de San Tirso o la efectuada actualmente en el santuario de la Peregrina y en la ermita del Puente, y en un futuro próximo, en la iglesia de San Lorenzo. El historiador puso su acento más crítico en la dejadez que ha sufrido a lo largo de los años la iglesia de Santiago, de la que aún se conservan las ruinas. Como conclusión, Rivera Blanco destacó que aunque Sahagún ha conservado la mayor parte de su patrimonio durante la segunda mital del siglo XX «ha desaparecido la totalidad de su arquitectura tradicional y vernácula convirtiéndose su trama urbana en un conjunto mediocre del que sólo sobresalen la plaza y los monumentos».

Otra de las ponencias destacadas fue la efectuada conjuntamente por las catedráticas de la Universidad de León Concepción Cosmen Alonso y Victorio Herráez Ortega que desgranaron algunas cuestiones referentes a la escultura del Reino de León en la época de Alfonso VI.

La herencia de los nobles. El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Valladolid, Pascual Martínez Sopena, habló sobre la nobleza en la época de Alfonso VI. En su ponencia desveló que las palabras magnates , mediocres o infanzones eran las denominaciones con las que los miembros de la nobleza se distinguían según sus diferencias internas. Ermelindo Portela Silva, de la Universidad de Santiago, trató las expresiones políticas de la sociedad urbana, entre las que destacan las ciudades, «como comienzo de la penitud de la articulación de los poderes propios del feudalismo».

Por último, el catedrático de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Amancio Isla, habló sobre la historiografía en la época de Alfonso VI, destacando el interés del monarca en quedar reflejado en la historia como un verdadero emperador y líder militar incansable. «Sobre él se apuntan las virtudes y, desde luego, se oscurecen los pasajes más oscuros de su actividad», explicó Isla.