opinión | la cazuela de manuela
Hoy, menú musical
No se puede servir más emoción en un menú, Cazuela anda todavía tatareando jotas y tonadas desde que degustara uno de los menús musicales más selectos y emocionantes de Santa Cecilia. Como entrantes para ir abriendo boca, cuatro jovencísimos solistas de la Escuela Municipal de Música del Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo nos demostraron cómo se convierte un instrumento en compañero y amigo.
De primer plato, una extraordinaria sopa de jotas y romances interpretados con alegría y gracia por el Coro del Grupo de Danzas de la Barbacana Ribera del Órbigo, pudimos sentir en nuestra piel el ancestro que todos llevamos dentro gracias a la fuerza que impelieron las ocho dulzainas bien templadas al unísono, acompañadas de panderetas y percusión. Un recuerdo aquí para los comienzos de esta formación y sus primeros pasos, gracias al taller de danza llevado a cabo allá por el 1988 en Sierra Pambley de Hospital de Órbigo
De segundo plato, habaneras en salsa de tonadas y un elaborado Por mayo era por mayo , interpretado con maestría, mucho cariño y empeño por nuestra Coral Órbigo que, todo hay que decirlo, ha pasado el bache que nos hizo temer por esta formación. Formación nacida en la parroquia del Carmen bajo la dirección de Santiago Martínez Morán, su primer director, hasta llegar a Miguel Fernández Pastor, un maestro que está logrando, junto con el sacrificio de los componentes, poner a la Coral Órbigo en su lugar.
De postre, Banda de Música de la Asociación Musical Sones del Órbigo. ¿Cómo íbamos a suponer hace diez años, cuando se creó la escuela de música municipal, en este ayuntamiento, bajo los auspicios del entonces regidor Tomás Vaca, siendo concejal de Cultura el alcalde actual Carlos Mayo, que se iba a llegar tan lejos con tanta perfección? Claro que entonces no conocíamos a su director Luis Martínez García de Longoria, porque gracias a este hombre, que ha sabido inculcar su sabiduría y su responsabilidad a todos y cada uno de los miembros de la banda, se ha llegado a tan extraordinaria banda. ¡Buen provecho amigos!