Astorga acomete desbroces para prevenir la picadura de garrapatas
Responde a una resolución del Procurador del Común dirigida a municipios y diputaciones
El Ayuntamiento de Astorga está procediendo a desbrozar diferentes zonas de titularidad pública de la ciudad con el objetivo de prevenir la aparición de garrapatas. El consistorio maragato señala que estas actuaciones se están llevando a cabo en la Avenida Madrid-Coruña, en Valdeviejas y el barrio del Chapín y que está previsto continuar por otros barrios.
El Ayuntamiento responde así ante la situación de peligrosidad generada por la aparición de casos del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea Congo (FHCC) ya que las garrapatas son portadoras.
En este contexto, el Procurador del Común ha iniciado una actuación de oficio dado que considea acreditada la incidencia de esta enfermedad en Castilla y León, «con una previsible mayor intensidad que en años precedentes». Así ha emitido una resolución «con el objetivo último de proteger la salud y seguridad de la población».
Por ello, el Procurador se ha dirigido a todos los Ayuntamientos de los municipios de Castilla y León que superan los 5.000 habitantes y a las Diputaciones provinciales con la finalidad de alertar sobre «la incidencia positiva que consideramos puede tener el ejercicio de las competencias urbanísticas que les son propias». En concreto, se refiere a la conservación que los propietarios tienen respecto de los terrenos y construcciones cuya titularidad ostenten, «puesto que la proliferación de las garrapatas que advierten los expertos es muy probable que se produzca en los entornos urbanos, precisamente en solares no construidos y terrenos periurbanos que se hallan en estado de abandono».
La institución, que recuerda que ya alertado sobre la necesidad de adoptar medidas sanitarias en relación con las picaduras de garrapatas, considera ahora que también es pertinente abordar la problemática también desde el punto de vista urbanístico, «incidiendo en la necesaria sensibilización sobre los factores de riesgo que puede suponer la falta de conservación de fincas y solares del entorno urbano y periurbano de ciudades y pueblos de Castilla y León».
Así, recuerda que a los Ayuntamientos su deber de ejercer las competencias urbanísticas y el deber de conservación que pesa sobre los propietarios de terrenos y construcciones «para garantizar la seguridad, salubridad y ornato público, ejerciendo si fuera preciso las potestades de ejecución forzosa e, incluso, disciplinarias si fuera preciso, para garantizar, por lo que se refiere al asunto que nos ocupa, que las parcelas y solares, del respectivo municipio, se hallen valladas o sin vallar, se mantienen en las debidas condiciones de seguridad, salubridad y ornato público».