Así fue la jornada de ayer
La vista oral por el juicio del accidente de la Hullera Vasco leonesa entra hoy en un nuevo ciclo de declaraciones, en el que comienzan a explicar sus versiones sobre por qué se produjo el siniestro los peritos de los distintos organismos que realizaron informes después de aquel 28 de octubre de 2013.
Los primeros previstos en declarar serán hoy, en calidad de testigos peritos, los responsables del servicio de Minas de la Junta de Castilla y León en León. Estaba previsto que abriera la sesión José Luis García González, jefe del Servicio de Inspección, Formación y Seguridad Minera del Servicio de Minas de la Junta en la Delegación Territorial de León.
Sin embargo se decidió un cambio y comenzó el actuario de Minas Juan José Vidal.
A continuación declaran Miguel Ángel González García, ingeniero técnico que realizó el informe que esgrimen las acusaciones; Jesús González Martínez, técnico facultativo y Abel de Prado Ibáñez, también técnico facultativo, de la Sección de Minas de la Delegación Territorial en León de la Junta de Castilla y León. El lunes declarará el último de los técnicos de Minas citados, Sergio Celemín Matachana.
Aunque se realizaron algunas modificaciones en el turno a petición de las defensas.
19.20
Queda la declaración de tres peritos más. La jueza considera que no debe empezar la siguiente. Y propone citarles para el lunes.
Que están también citados otro de los peritos de Minas y dos médicos forenses. Propone adelantar estos dos últimos testimonios a las 9.00 horas, porque será una declaración más breve. Para seguir con la declaración de los técnicos de Minas.
19.01
Pregunta la jueza del Penal 2 de León. El dice que en el informe recoge que no se puede analizar una bóveda sin haberla visto, pero "usted hace referencia en su informe sin haberla visto". Le pregunta si sabe si hay alguna normativa que se aprobase por la empresa, DIS o ITC que se prevea específicamente que una persona distinta del vigilante tiene que estar permanentemente en el taller, y responde que lo dice en las atribuciones del vigilante de seguridad, que cree que se recogen en el organigrama de la empresa. La magistrada responde que eso es una DIS.
El informe también dice que se explotó para recuperar el carbón de las capas superiores, primando la producción por encima de la seguridad. "No tenían que tener normas distintas, sólo cumplirlas". Y eso en terreno virgen implica que "si sacas todo el carbón queda bóveda".
Le pregunta si sabe que en alguna norma de la empresa se recoge que si no se hunde la bóveda tiene que intervenir la Brigada de Salvamento, pero no lo sabe. No sabe con seguridad si se hacían tiros de desgasificación los viernes, pero se hacían con la finalidad de que salga el gas. Se hacían los viernes en el relevo de la noche porque no hay nadie después en la mina, durante el fin de semana. "Son tiros para desgasificar, pero no en la proporción que se cree".
El informe indica también que la estructura de seguridad era de finales de los años 80 y se había quedado obsoleta, pero "no ha visto" si se había ido actualizando con disposiciones posteriores.
Considera también que la DIS para zonas vírgenes era adecuada, pero no se aplicó.
Finaliza su declaración.
17.30
Continúa el áspero interrogatorio de las defensas al perito citado por las acusaciones, que tiene que ser constantemente interrumpido por la jueza para pedir respeto entre ambas partes. Y con protestas de las acusaciones.
El letrado de la defensa cuestiona lo expuesto en el informe del perito con las declaraciones que realiza ante el juzgado.
A preguntas de si sabe que algún vigilante haya mantenido a los trabajadores por encima del nivel permitido, el testigo señala que los vigilantes puede tomar decisiones porque las medidas de metano son distintas en lugares diferentes de la mina. Y le pide al letrado que le lea las DIS específicas. Y que algunas personas le dijeron que no se cumplías las DIS de salir cuando subía el gas. "Me lo dijo Estanislao. Pero yo no grabo lo que hablaba con ellos. Salieron de la explotación y no estaba el vigilante, que tenía que haber estado allí".
El abogado pregunta cuánto grisú podía haber acumulado en la bóveda que el ingeniero ha calculado, unos 1.800 metros cuadrados; y que no se puede saber cuánto grisú salió por la galería.
Otro de los abogados de las defensas le pide que detalle cuántos años estuvo en cada cargo que señala que desempeñó en la Hullera Vasco Leonesa. Le pregunta si emite el informe más como trabajador de la mina o por sus conocimientos técnicos, dice que "la técnica sólo sirve si tienes algo de práctica". Aunque sólo ha hecho este informe de esta naturaleza, ninguno más.
Le preguntan por las conclusiones de otros peritos que han elaborado informes sobre las causas del accidente. Cuestiona el criterio de los doctores ingenieros mineros, "si no tienen práctica pueden decir lo que sea. No creo que lo que dicen sea cierto".
Le pregunta también si por su trabajo en la Vasco tiene algún problema de relación con la empresa. "Creo que he sido un técnico que ha tocado varios palos como debe hacerse. Hace años leí un libro, 'En busca de la excelencia', y que hay que pasar por varios puestos". Mientras él trabajó considera que la Hullera trabajó bien "hasta que se nombró un director general que no era técnico de Minas. MI madre me decía que cuando la cabeza no funciona bien, el cuerpo no funciona bien".
"Las leyes no todo lo regulan, y mejor que nos dejen así, alguna libertad", dice el ingeniero a la hora de señalar que el vigilante tenía que "tener iniciativa personal" frente a las órdenes que le daban de a qué grupo debía acudir.
El testigo niega que en su informe incida especialmente en el trabajo realizado por uno de los vigilantes porque el tío del afectado le cambió de puesto cuando trabajaba en la mina. "No, fui yo el que pedí el cambio". Los abogados insisten en por qué incluye al delegado de seguridad minera en su informe y acepta que "no tiene responsabilidad técnica, de seguridad sí".
Le piden al testigo que retire algunos comentarios sobre los acusados. Y le preguntan dónde están las hojas de trabajo en las que basa su informe, "es lo más importante". Señala el testigo que están en el procedimiento.
Niega tener animosidad con la sociedad Hullera Vasco Leonesa, "yo salí muy contento con la empresa". Aunque mantiene que "si yo fuera presidente de la empresa echaba a todos estos técnicos". Pero sí reconoce animosidad con los técnicos y directivos "por sus actitudes", aunque "no estoy molesto con nadie. No tengo nada a nivel personal contra estas personas".
Insiste en que los informes técnicos que se hicieron tras el incidente de 2009 no tienen validez, "son papel"; y responde "¿quién es la autoridad minera?" a la pregunta de que lo aprobó Minas. "Si es el actuario, será así".
16.49
Comienzan las preguntas de la defensa, que a las que el testigo señala que no tiene más formación en seguridad y salud laboral que la que le dieron en la Hullera.
También señala que dejó de trabajar en la Vasco en el año 2000 y no volvió a entrar en la mina. "Físicamente no conozco el macizo 7º, sólo los datos que me enviaron". También conocimiento de oficina, señalan las defensas. No conoce temas de legislación, "sólo asuntos técnicos". El informe no cita los planes de labores y el proyecto tipo, "los he visto". Pero no hace referencia "porque cada uno hace el informe como considera oportuno y lo que considera oportuno". No considera que los planes de labores estén aprobados sea importante en este accidente.
"Todo depende después de cómo se aplique en la práctica. Los papeles se entregan en Minas y todo depende de cómo lo hagas después", señala el ingeniero. Insiste en que el proyecto de explotación no incluye las labores por debajo de la cota 860, y que los informes de Minas no son válidos "depende de quién los firme, hay algunos que no saben lo que hacen".
Mantiene que el sistema de organización de la empresa incidió en el accidente, "tiene que haber una persona capacitada para decir qué labores hay que hacer en cada momento". Considera que falló la vigilancia. Sobre la descripción que hace Minas del día del accidente el letrado lee el informe y pregunta si está de acuerdo con que los vigilantes e ingenieros estuvieron con lo que ocurría en el taller.
Reconoce que el proyecto "lo vio", y aunque no lo estudió le permite sacar sus conclusiones. Y también le preguntan cómo llega a sus conclusiones sobre el sistema de seguridad si no tiene formación. "Por la experiencia", señala, aunque la defensa le indica que "usted está aquí como perito, como experto, no por su experiencia".
El ingeniero se prejubiló en octubre de 2000, y no ha mantenido más relación con las actividades mineras. Desde ese año no ha tenido ninguna actividad relacionada con la mina, ni a nivel de investigación. La defensa pregunta si colaboró para su informe con algún experto o realizó algún análisis científico o técnico. "No soy científico", responde. El letrado señala que otros expertos han realizado modelos matemáticos e investigadores. "Yo hice el informe con los conocimientos que tengo y lo que hablé esos días con muchas personas".
Le pregunta si tiene alguna experiencia en la dirección técnica de la empresa, y no grabó las entrevistas con los trabajadores. No habló con ninguno de los ingenieros acusados. "No les conozco de nada". Por eso no intentó tomar declaración a los acusados. La acusación protesta porque se cuestione la capacitación del perito.
La jueza llama la atención al letrado y al testigo. Le pide por tres veces a éste último que no levante la voz.
El letrado pregunta si intentó obtener datos sobre la cantidad de carbón que se sacó del taller de la planta 7ª, y el testigo afirma que no, pero se sacaba porque se sutiraba; y que no había datos de esa planta. "El informe señala que no hay datos sobre el tamaño de la bóveda, según señala en su informe", lee el abogado; que incide en que entonces sólo apunta en su informe que la bóveda "era muy grande" por las declaraciones de quienes hablaron con el ingeniero.
Dice que se sutiró todos los días aunque no vio la hoja de pilas porque "no es fiable, es fácil manipularla". También calificó la actuación de la autoridad minera como "deficientemente diligente". "Si es el actuario sí, del resto de la autoridad minera no tengo nada que decir". González señala que el actuario de Minas el día del accidente no toma declaración a nadie ni entra en la mina, "y eso deja mucho que desear".
El letrado pregunta si considera que el taller fue alterado. "No se corresponde la definición de Minas con cómo estaba el taller. Entró la Brigada de Salvamento, que era de la propia empresa". Lo que implica que pudo alterarse.
13.30
Comienza la declaración de Miguel Ángel González. Es el ingeniero que ha elaborado el informe pericial presentado por las acusaciones. Comenzó trabajando para la Vasco para pagarse sus estudios. Y señala al fiscal que los documentos que se enviaban a Minas no implican que se cumplieran las prescripciones. "Había que vigilarlo".
Considera que la investigación podía haber visto qué había en el postaller "una vez estabilizado eso, tras unos días". Y considera que el proyecto de explotación no contemplaba la forma que se hizo por debajo de la cota 860, porque se cambió el sistema con un macizo de seguridad.
Mantiene que el accidente se produjo porque cayó la bóveda, que se creó "por alguien". Defiende que en la mina no tiene que haber grisú, y que la forma es que no se sutire. "Si me hubieran mandado allí en mi etapa de sutirador me hubiera sentido en el corredor de la muerte". Y añade que la única solución hubiera sido avanzar sin sutirar. Y apunta también que se creó una bóveda para que cayera, "y ahora niegan que haya caído".
"El accidente fue previsible y evitable", concluye el ingeniero a preguntas del fiscal.
A las acusaciones señala que además de examinar la documentación se entrevistó con personas que trabajaron en la mina. Le preguntan qué medidas habría que tomar para evitar incidentes como los que se produjeron antes del accidente mortal, y explica que hubiera sido necesario cambiar los planes de seguridad y las DIS. "Y también la ventilación, hay que sacar el grisú de la mina".
Señala que ya en su época en la mina señaló que la ventilación en los culatones no era la adecuada, "la Nueva Mina no se explotaba como otras anteriores, pero la alta dirección no accedió". Aunque "nunca pensé que podía ocurrir algo así". Y que la ventilación era "completamente insuficiente".
"Los técnicos tenemos que entrar todos los días a la mina para comprobar que los niveles se cumplen. La mina se lleva muy mal desde la oficina".
Señala que es "una negligencia gravísima" no vigilar la bóveda, que "no se puede ver".
La acusación pregunta también sobre la presencia no permanente de los vigilantes en el taller. "En los libros de relevo se ve la misma letra en distintas plantas, y en varias explotaciones". Y el tercer relevo es "el más importante de cuantos se hacían, porque es en el que puedes ver bóveda. Y no puedes dejar la decisión en manos de los barrenistas".
Explica también que cuando se informó que había empezado el día 25 a colapsar la bóveda "lo primero es no mandar a nadie allí, porque entonces va a colapsar de todo". Y añade que "da igual que se lo comunicaran al actuario, porque no iba a hacer nada". El ingeniero señala que "es completamente imposible que hubiera un desprendimiento instantáneo en las condiciones en las que se estaba desarrollando la explotación". Porque habría "el polvo brillante que dice el informe" y menudos, "no estaba, ¿dónde fue ese polvo?".
Y también explica que nunca se produjo un desprendimiento instantáneo en un taller, sólo en avances de galería, que es donde se desgasifica. "No sé que decir de los técnicos de la Vasco, porque estaban provocando una bóveda y no cayó. Y si habían desgasificado y hubo un desprendimiento instantáneo de gas, también hay que decir algo de esos técnicos".
Insiste en que en la planta 7ª se inició un método nuevo de explotación, porque ya no estaba debajo de las plantas anteriores, y eso exigía un nuevo proyecto de explotación.
A preguntas de la acusación reconoce que "sí, la mina avisa. Pero a los que entran en la mina. Desde la oficina es difícil oírlo". También señala que "la mina avisó el día 25 y el día 28, más grave porque hay barrenistas solos en la explotación y toman la decisión de salir porque había ruidos y no tenían vigilante".
"La mina hay que vigilarla diariamente, porque cambia todo el tiempo". Y recuerda el ingeniero que en su informe se recoge qué técnicos había ese día en la mina. Y que cuando hay un problema en la mina hay que enviar a técnicos con conocimiento de toda la explotación para tomar decisiones, "no a los vigilantes". Y estima que se produjo un fallo porque cuando se produjo el vigilante "no hay ningún vigilante en la mina, el que había murió allí, y Conejo, que estaba por la 740".
Señala que se prejubiló en la empresa para "dar prioridad a su familia". A la pregunta de si tuvo algún enfrentamiento con la empresa, contesta: "Acerté".
También explica su versión sobre el buzamiento de la capa que provocó el error topográfico. Le preguntan por los planos para comprobar si las capas se explotaban según lo previsto, como señala en su informe. "Se ve cómo la galería una vez va por techo y otra por muro", y le piden que lo explique.
El testigo indica que "el comité de seguridad cumple sus requisitos burocráticos sin más, pero todo depende de su jefe. Los que hemos estado en estas cosas sabemos que lo que se atiende es lo que interesa en cada momento". Y que el vigilante de seguridad "debía estar por ahí, pero por allí no pasó".
Respecto al accidente, señaló que "un minero cuando oye un ruido lo primero que hace es salir corriendo para no quedar enterrado". Y ni siquiera piensa en el grisú, que es un riesgo que se corre. Insiste es que "el problema es que sacaron más carbón del que tenían que sacar".
Dice que Carlos Conejo se sentó al final del culatón sin el autorrescatador cuando acabó el rescate, "si hubiera habido ese nivel de gas no podría".
Añade que "técnicos de la Junta que tienen la máxima responsabilidad no se atrevan a entrar en el lugar del accidente no voy a calificarlo". Y señala que él el día 25 "hubiera paralizado la explotación, a ver qué pasa, qué ruidos hacía y en todo caso barrenistas. Si veo que no cae la bóveda la llevo más adelante".
El testigo no aclara si está conforme o no con el informe de Minas, a preguntas de la magistrada. Y señala que un desprendimiento instantáneo afecta al taller incluso más que la caída de la bóveda.
11.52
A preguntas de la defensa señala con rotundidad que el proyecto de explotación amparaba las labores que se estaban realizando; y que el resto de los actuarios de Minas sabían dónde se estaba explotando. Y que se autorizaban los distintos trámites para infraestructuras y directrices que se iban necesitando en la ampliación de las labores.
Pregunta también si se debería haber investigado el postaller, como señalaron algunos testigos. "Yo no hubiera dejado, por peligro. Pero si lo hubieran considerado lo hubieran hecho". Niega que los representantes sindicales le comentaran la necesidad de llevar a cabo esa investigación.
Reconoce al letrado que la teoría que defiende el informe de Minas se basa en tesis, pero que los ingenieros "no son especialistas". Y el abogado pone en cuestión la cualificación para realizar el informe. Pide al testigo que explique a la magistrada qué quiso decir al denominar "cotarro" el grupo de "cinco ingenieros que se nombraron para investigar el accidente con tesis ya predeterminadas". "Se dijo que a la Hullera Vasco Leonesa se le habían acabado los créditos", explicó Vidal, aunque se negó a desvelar quién lo había señalado. Y que se hizo una utilización política del accidente, lo que también le llevó a la situación de baja laboral.
Sí le transmitieron que había una idea general de ir "contra la minería, que al final es lo que se ha conseguido". Y se plantearon conclusiones que iban contra la compañía minera, declara. El testigo considera que la bóveda no ha tenido que ver con el accidente que causó la muerte a los mineros.
El ingeniero reconoce que la ventilación era mejorable "según comentarios que se oían, pero nadie decía cómo". El caudal de ventilación y la velocidad estaba por encima de lo exigido en las ITC; en todo caso, en condiciones acordes a la legislación y suficientes. Afirma que nunca recibió denuncias por problemas o falta de cumplimiento en la planta siniestrada.
El actuario insiste en que considera que el gas tenía que venir de otro sitio, porque en esas cantidades no podía estar en la zona. Y que la puesta en marcha de un nuevo taller ha de incluirse en el plan de labores anual, sin necesidad de comunicarla en el momento a la autoridad de Minas. También apunta que no se hizo ningún expediente sancionador por los "incidentes" con grisú por los que se le han preguntado.
Entre 2009 y 2013 visitó en total 83 veces las minas de la Hullera Vasco Leonesa. Y nunca tuvo problemas para que le ofrecieran la información ni para cumplir las prescripciones que indicaba, "Todo lo contrario".
La defensa pregunta si no es extraño que todas las prescripciones del informe tras el accidente se dirijan a prevenir desprendimientos instantáneos, y que sin embargo se achaque el accidente a la caída de la bóveda.
Insiste en que no cree que "ninguno de los implicados en el accidente no tomara todas las medidas necesarias para evitar lo que pasó".
Finaliza su declaración.
10.32
Comienzan las preguntas de las acusaciones, que señalan que Vidal no intervino en la aprobación del proyecto de explotación, y que se incorpora como actuario de la Vasco a mediados de 2009. Sobre las explotaciones inferiores a la planta 740 "tendría mis dudas, por presión y temperatura". Y afirma que en el proyecto sí se contemplaban las condiciones más adversas en las que se podía explotar, como marca la ley. Y que para minados en virgen se hace una DIS, "no hace falta un proyecto nuevo", aunque no hay problema para solicitar un proyecto nuevo.
Señala que la capa Pastora es la misma en todos los grupos de la Vasco, y eran todos los pozos eran grisuosos, también el Flanco Sur. Aunque el macizo 7º era el más grisuoso. En 2013 hizo dos visitas a ese macizo, el más peligroso, dentro de las 13 visitas que hizo a la mina. "Lo estimé así. También hay que vigilar los otros. El que yo hubiera ido por allí no habría evitado nada".
Reconoce que la Vasco no le comunicó el comienzo del taller, y niega que en ese macizo se produjeran accidentes graves: "No, eran incidentes, no es lo mismo". El letrado le relata los accidentes que el pozo había sufrido en los últimos años a causa del metano. ¿No consideró hacer más visitas con estos incidentes?, pregunta el abogado de la acusación. "Yo no soy el facultativo de allí, la seguridad corresponde a la empresa".
No examinaba a fondo el plan de seguridad, "me siento incapaz. Había unas auditorías que nos presentaban a nosotros que decían que estaban bien, la autoridad minera no tiene que aprobar ese documento". Lo que se fueron haciendo fue DIS nuevas. Le pregunta si le parece normal que fuera el director general, Mario Calvo Herce, ingeniero industrial, quien certificaba los documentos de seguridad: "Él era el representante ante la administración".
Dice que no participó en la investigación posterior del accidente, y que considera que la desgasificación en el avance se hizo correctamente, aunque no se sabe de dónde vino, porque "el gas migra, y tuvo que venir de más lejos". Conclusiones que "cree" que son así.
También le pregunta la acusación si cree que fue un desprendimiento instantáneo, cuando la literatura del sector dice que estos se producen siempre en el avance de la galería, y no en la explotación del taller.
El ingeniero señala que sólo la mina siniestrada tenía tercera categoría en Castilla y León. Y que en 2012 estuvo bajo vigilancia como sospechosa de desprendimientos instantáneos durante un año, con toma de medidas de desorción y DIS específica; aunque la autoridad minera no comprobó "una por una" que se cumplieran esas prescripciones.
Tampoco conoció las acumulaciones de gas que se estaban produciendo en la explotación del taller, y no cree que tuvieran que comunicárselos, "eso es cosa de la empresa". "Yo no voy a estar allí todo el día".
Insiste en que no tenía obligación de leer ni aprobar el documento de seguridad y salud; y que el hecho de dejar un macizo de seguridad entre las dos plantas en explotación no requería que se hiciera un proyecto de explotación nuevo. En el macizo 7ºE estuvo en febrero y agosto de 2013, aunque no recuerda los valores de desorción. Se estaba montando el taller, y hay más gas por las labores de desgasificación.
Señala también que un accidente es cuando se produce muerte o lesión grave de un trabajador, si es una lesión leve es un "incidente".
Le recuerdan que el día del accidente no entró en el taller pero dejó órdenes como recuperar la ventilación y prohibir el paso a cualquier persona menos a la Brigada de Seguridad si se necesitaba. "Tenía muy claro que allí no iba a entrar nadie porque no quería que hubiera más fallecidos". La acusación le dice que sí entró un perito. "Pues tendrían que multarle".
El actuario solicitó documentación a la empresa, que le enviaron después: "No dudaba de la fiabilidad de la empresa", contesta al abogado cuando le pregunta por qué no se lo llevó para que no pudieran ser manipulados.
9.49
Comienza la declaración. Llaman al testigo perito Juan José Vidal Lombas.
Interviene el fiscal. El testigo era actuario de la mina de la Vasco y del Pozo Emilio del Valle, y tenía asignados otros expedientes relacionados con la minería en otras empresas. Actualmente es jefe de sección de Minas de Ponferrada, antes era ingeniero actuario de la Sección de Minas de León. Como ingeniero actuario tenía inspección, vigilancia y control de las labores mineras, y podía proponer sanciones. Sus propuestas se trasladaban al jefe del servicio, Sergio Celemín entonces, y resolvía el responsable del servicio territorial, Fernando Bandera.
Sobre el plan de labores de la Vasco en 2013 Vidal informó favorablemente. El fiscal dice que el informe de Minas dice que la Vasco no tenía proyecto para labores en cotas inferiores a la cota 865. El ingeniero explica que el proyecto de explotación se aprobó en 1999 y las labores eran repetitivas, sólo se añadió un anexo de ventilación, que realizaba Aitemin, que se presentó en 1998. Ese proyecto explica el método de explotación y "como ejemplo" pone como ejemplo que la galería de cabeza será la 975 y la de base la 865; y que luego se repetirá ese sistema en las plantas inferiores. Y en el estudio de ventilación se especifica hasta la planta 615, "quiere decir que se contemplaba incluso una planta inferior a la que se estaba explotando".
Se contemplaba plantas 615 y 490, "o sea, los estudios de ventilación del proyecto de explotación contemplaban cotas más bajas que las que llegaron a explotarse". Y el proyecto aprobado "se trata como un proyecto tipo"; y que las plantas inferiores sólo se especifican en el informe de ventilación de Aitemin.
El fiscal insiste en que el proyecto no especifica más plantas que la 975 y la 865, y que el Reglamento de Normas Básicas de Seguridad Minera dice que se aceptarán proyectos cuya ejecución puede ser repetitiva, "siempre que en dichos proyectos" se fijen los parámetros de las condiciones más adversas en las que pueden funcionar. Lo que implica especificar cuestiones técnicas que no aparecen en el proyecto de la mina, indica el fiscal; y el actuario repite que el sistema es el mismo y está bien contemplado aunque no lo especifica.
El ministerio fiscal también recuerda que Minas impuso a la empresa en una de sus prescripciones que actualizara el proyecto de explotación existente "incluyendo en el mismo la situación actual" del Pozo Emilio. Vidal explica que entró como actuario de esa mina en 2009, y que antes hubo otros actuarios que nunca reclamaron que se realizara otro proyecto.
Los planes de labores se aprobaban anualmente, y el fiscal pregunta si no es contradictorio que amplíe la autorización sobre lo que se contempla en el proyecto. Vidal señala que no entiende por qué los actuarios que durante años consideraron válidos esos documentos luego en su informe tras el accidente "se contradicen".
Tras el accidente visitó el taller, que sabía que se estaba explotando por el plan de labores. Aquel año hizo 13 visitas a la mina, varias al Pozo Emilio. Aunque no estuvo en la planta 7ª. "Nadie me dijo nunca que había anomalías, aunque lo preguntaba". Tampoco le comunicaron el inicio del taller, que visitó el 4 de noviembre. Formó parte del equipo de cuatro ingenieros que revisaron el taller. "Estaba intacto, y en la esquina sur pegando con el muro había un hueco hacia arriba en el que se veía una altura de 2 ó 3 metros el techo desnudo de la capa. No se podía entrar más. Las puntalas desde ese punto hacia adelante estaban manchadas de un polvillo pegado".
Encima del taller "no se podía ver, está la entibación". Con lo que vio no llegó a ninguna conclusión, "cualquier investigador de accidentes no tiene que partir de conclusiones de entrada"; aunque no había otra cosa que ver que el taller. "Después se pueden recoger datos, pero nunca vamos a saber lo que pasó allí dentro. Lo único que sabemos es que salió gas de forma súbita y en gran cantidad".
Los peritos que visitaron el taller posteriormente (de la empresa y juidicial entre otros) tuvieron que pedir permisos porque Minas prohibió que se entrara. Juan José Vidal señala al fiscal que padece ansiedad crónica desde antes del accidente, pero que el ambiente de presión que se creó con la investigación le creó un trauma importante, que le obligó a coger una baja durante 7 meses.
El informe de Minas se publicó en marzo de 2014, Vidal aún estaba de baja. Declaró en la instrucción del caso que no estaba de acuerdo con las conclusiones sobre la causa del accidente. "Estoy en desacuerdo total, por dos motivos principales: se parte de tres posibilidades, un incendio que queda descartado; un desprendimiento instantáneo, que no sé por qué se descarta y la caída de la bóveda, que es por lo que se apuesta. Pero no se puede partir de una tesis para sacar conclusiones, así que todos los hechos están dirigidos a demostrar esa tesis".
Además señala que las conclusiones: "No es verdad para mi que no existe un proyecto, se pide otro proyecto de minados superiores y creo que es suficiente con una DIS; habla de mala ventilación, aunque se había aprobado una DIS recientemente sobre las condiciones de ventilación".
Vidal considera en "opinión personal" que fue un fenómeno gasodinámico que no sabemos de dónde venía el gas y partió del postaller. "No hubo arrastre del carbón porque era muy duro y no podía haber derrabe".