Siro Sanz habla en el IBO sobre la importancia de la batalla de Covadonga
Recuerda que Pelayo, organizador de la resistencia, era indígena y no godo
El historiador Siro Sanz ofreció en el Instituto Bíblico y Oriental de Cistierna la conferencia Realidad histórica de Pelayo y Covadonga, un personaje y batalla real . Comenzó lamentando que algunos artículos y estudiosos nieguen la autenticidad de la victoria cristiana de Covadonga. Es Alfonso III el primer cronista que localiza la batalla de Covadonga y se apoya en un texto viejísimo del mismo s. VIII. No conservado. «Estamos de acuerdo en que el dato que más disuena es el de 187.000 musulmanes que llegaron a Covadonga», añade Sanz. Ninguna fuente histórica contradice esta localización del monte Auseva. Los cronistas árabes incluso detallan el escenario de la batalla. Así Ibn Hayyan dice: «La sierra en que se habían guarecido Pelayo y sus hombres». Isa al Razi comenta: «La roca en que se habían refugiado los cristianos». Ambos describen las hendiduras de la peña en Covadonga.
La batalla fue una emboscada. «El arzobispo Rodrigo dice que las fuerzas cristianas estaban ocultas en los montes pues la cueva no podía cobijar a todos», añade el historiador. «Un dato que armoniza con la emboscada es el de que las piedras (lanzadas por los honderos) volvían sobre los que las lanzaban y fuertemente los despedazaban, un efecto no de piedras de honda, sino de las que les lanzaban los cristianos desde las alturas de Priena sobre el desfiladero que conduce a Covadonga», según Sanz quien puntualizó en su charla que Covadonga fue la emboscada más productiva de cuantas quedaron en la historia y que Pelayo, organizador de la resistencia, era indígena.