Cerrar

El reto de los servicios para frenar el cierre de casas a cuentagotas

José Miguel Nieto (Santa Colomba de Somoza) Enrique Busto (Hospital), José Alberto García (San Millán de los Caballeros) y Alfonso Melón (Fresno de la Vega) comparten la inquietud por sostener la población en sus municipios 

José Miguel Nieto, Enrique Busto, María Carnero, José Alberto García y Alfonso Melónramiro

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Sobre lo que hace un alcalde para detener la hemorragia de población que sufren los pueblos leoneses tienen amplias nociones José Miguel Nieto, que es regidor de  Santa Colomba de Somoza, ejemplo de la dispersión general del territorio en León, o Enrique Busto, en esa centralidad de Hospital en el Órbigo; sabe José Alberto García, en San Millán de los Caballeros, que ve medio llena la botella de los inconvenientes de vivir a la sombra de una cabecera de comarca; y sabe Alfonso Melón, que acaba de llegar a una alcaldía con la vocación de los que acumulan mandatos.  El desafío de los municipios del entorno rural encardina tantas respuestas que acaban por hermanar riberas y montes. "Sin la acción de los municipios, el monte comería el territorio, expone José Miguel Nieto, mientras aclara que los inconvenientes de la dispersión van más allá de los kilómetros que separan a los pueblos del perímetro municipal, el depósito de agua, la atención en los consultorios, los servicios. "Yo cuento farolas por vecinos, no vecinos por farolas", resume en un golpe de ingenio Nieto para definir la vida en ese espacio tan alejado de las administraciones superiores que tiene la tentación de poner en manos de las municipales competencias que les deberían ser ajenas. "A veces pasan cosas, porque no se tienen en cuenta a los pueblos, que es lo primero que deberían hacer, decidir después de escucharnos", reflexiona José Alberto García, alcalde de ese San Millán leonés donde el sector primario aún tiene latido. Como late el sector servicios en Hospital, al pie del Camino de Santiago, que lo llena todo, y es guía para buscar nuevos retos. "Somos el segundo pueblo más pequeño de España en territorio, con cuatro kilómetros cuadrados, por tanto el índice de población tiene que ser elevado", resume Busto, ante retos y aspiraciones que no son garantía de éxito en otros puntos. "Ahí está Villadangos, que tiene todo lo que quiere tener un municipio con un polígono industrial puntero, y que sin embargo no se traduce en población". A veces, más que abrir casas, lo que conviene es comenzar por evitar que se cierren. "Los servicios, los servicios", que coinciden en invocar. Alfonso Melón, que en Fresno trabaja para hacer que la población mayor siga en sus domicilios "con comida servida en casa", a base de acercar la atención, y de trabajar desde el ayuntamiento para desarrollar un proyecto que acerca la demanda de casas en los pueblos a las ofertas de las vacías. Casamenteros de esta oferta y demanda, más apropiada en núcleos cercanos a vías de desarrollo, Hospital, la autopista cara, y la Nacional 120 atestada de camiones. "Sólo de Mondelez salen 30 diarios, así que imaginad lo que pasa por aquí por el tirón de Villadangos", destaca Busto, para prender la mecha sana de la envidia en José Miguel Nieto,  al que "ya le gustaría hablar de tener problemas por el paso de camiones" en un municipio entre 16 pedanías en las que no se puede aplicar la fórmula del servicio más cercano y exclusivo que se puede permitir Fresno de la Vega con el complemento de una residencia de ancianos. El envejecimiento también es un escalón que a veces no se puede superar en esa escalada de contender la sangría poblacional. Por eso vuelven a elevarse las súplicas por los servicios: sanitarios y los que dependen de los recursos tecnológicos. En los primeros, hay disparidad e criterios a la hora de valorar el inconveniente de un centro de salud con más de 15.000 cartillas y la población flotante en verano disparada , indica Busto sobre Hospital de Órbigo, o "el todo el mejorable" que concede José Alberto García para los dos días de consulta a la semana en San Millán. 

Llegada la fibra "solo falta un pueblo en Santa Colomba", que garantiza posicionamiento hacia el exterior en pueblos que viven de la hostelería y servicios, de la agricultura y de la ganadería, queda pendiente aspirar a un relevo generacional que no termina de matizarse en ninguno de los vértice económicos de los que pueden vivir las siguiente generaciones, además de la actual. "Solo una familia en Fresno parece dispuesta seguir con la horticultura", describe Melón; Busto lamenta que ni el mismo sector servicios ha sido capaz de revertir esa pérdida de expectativas: "Había 25 bares en 2003; ayer, había uno abierto". Y José Miguel Nieto lamenta que no se cubren ofertas de empleo ni el sector servicios. José Alberto García cree que la agricultura sorteará esa incertidumbre en San Millán, no así la ganadería, "por falta de rentabilidad".