Un siglo de alegrías en el ruedo
Valencia de Don Juan prepara el centenario de su plaza de toros Los actos arrancan el sábado con una corrida para los diestros Morenito de Aranda, Esaú Fernández y José Fernando Molina
Su impulsor
Corría el año 1924 cuando, después de muchos anhelos, Valencia de Don Juan consiguió contar con una plaza de toros fija. El 14 de septiembre tuvo lugar el primer festejo, el 21 de septiembre la inauguración oficial con una gran corrida con una de las figuras del toreo del momento.
El Ayuntamiento de Valencia de Don Juan tiene prevista la celebración del centenario con una variada agenda de actividades que se desarrollarán a partir del sábado día 14 de septiembre en adelante, «durante el año del centenario», explica el alcalde, Ricardo Barrientos. «La idea es abrir la plaza para albergar actividades de todo tipo, desde exposiciones hasta conciertos y diversas actividades», adelanta.
El logotipo y el cartel del centenario fueron presentados por el alcalde coyantino, Ricardo Barrientos, y el concejal de Fiestas, Iván Jesús Martínez Pellitero. La peña taurina El Burladero asistió también a la presentación del centenario que pretende poner en valor esta emblemática plaza, calificada como «la más singular» de la provincia.
La corrida de toros del sábado será el primer acto del centenario. Por delante un año de celebración. El día 14 de septiembre toros de Dolores Aguirre y Arauz de Robles llegarán hasta la arena de la plaza coyantina para los diestros Morenito de Aranda, Esaú Fernández y José Fernando Molina.
EL 6 de noviembre de 1896 el Ayuntamiento decidió en pleno la construcción de una plaza estable. Con un presupuesto inicial de 8.000 pesetas se le encargó el proyecto al arquitecto Jesús Crisóstomo Torbado. Su ubicación, en un solar de La Muela. En septiembre de 1897 se iniciaron los trabajos de movimiento de tierras, «pero ahí quedó su historia sin que se sepa más del sino de aquel ruedo», según explica el periodista de DIARIO DE LEÓN, Manuel C. Cachafeiro en su libro Primeras Imágenes Taurinas de León . Ya en la segunda década del siglo XX, aunque no haya festejos en la capital, la fiebre taurina brota en las principales localidades de la provincia, que ansían tener su propia plaza de toros. Hasta entonces, explica el escritor y periodista, sólo Astorga, Sahagún y Valderas contaban con cosos estables. Igual que en otros pueblos, en Valencia de Don Juan surge la intención de tener su propia plaza. Fueron dos jóvenes abogados, Pedro Martínez Zárate y Máximo González Palacios, quienes impulsaron su construcción. «Se hacen con unos terrenos en la calle León y con un crédito levantan el que hoy es el coso más singular del planeta leonés. Construido en ladrillo, ocupó una finca de 4.425 metros cuadrados. La plaza de toros de Valencia de Don Juan ha tenido siempre la misma capacidad —seis mil espectadores— y cuenta con todas las dependencias propias de este tipo de inmuebles (corrales, enfermería, casa para conserje...).
Su fachada principal, de estilo mudéjar, es su principal seña de identidad», escribe Cachafeiro, al que se olvidó señalar que una de las peculiaridades de esta plaza es que su ruedo está excavado en la tierra, por lo que se encuentra por debajo de nivel del terreno de la calle, algo muy poco habitual en los cosos taurinos.
A lo largo de sus ya cien años de historia, la plaza de toros de Valencia de Don Juan ha vivido decenas de anécdotas y va visto pisar su albero a algunas de las principales figuras de la fiesta patria de cada momento.
En el recuerdo
Especialmente recordada es aquella tarde del 3 de marzo de 1946 cuando los hermanos Bienvenida —Pepe, Ángel Luis y Antonio— hicieron el paseíllo en el coso coyantino para inaugurar la reforma en la que se habían construido los balconcillos cubiertos que circundan los tendidos. La corrida fue considerada en su momento como una de las mejores de la temporada. Como anécdota cabe reseñar que se lidiaron seis toros de la ganadería de Csimiro Sánchez Martín, de Gordoncillo, que fueron rechazados en Madrid por su aparatosa cornamenta. Hoy aún se conserva en la sede de la peña El Burladero Coyantino, ubicada en las dependencias de la plaza, la fotografía de aquellos ejemplares.
La plaza de toros de Valencia de Don Juan lleva desde el año 2001, por acuerdo plenario, el nombre de Pedro Martínez Zárate, uno de sus impulsores. Siempre fue de propiedad privada, aunque hace unos años la familia la cedió al Ayuntamiento.