Las monjas díscolas de Belorado intentaron adquirir el monasterio en venta de Grajal

 Las monjas díscolas, las Clarisas de Belorado (Burgos) y Orduña (Vizcaya), intentaron adquirir el convento de Grajal de Campos.

Fue antes de que anunciasen de que se iban de la Iglesia Católica el pasado 13 de mayo; una fecha, por otro lado, icónica para los católicos ya que ese día de 1917 comenzaron las apariciones de la Virgen de Fátima en la localidad portuguesa de Cova da Iria.

Pues bien, el pasado 23 de marzo, enteradas de que el convento de Grajal estaba en venta, primero una hermana y luego la propia madre superiora se dirigieron por correo electrónico al propietario del mismo. Le dijeron que ellas eran propietarias del Monasterio de Santa Clara de Derio (Vizcaya), que estaba valorado en algo más tres millones de euros. Y que estaban interesadas en realizar una permuta con el de Grajal de Campos, a la venta por 2,8 millones, o adquirirlo a través de benefactores.

Las conversaciones continuaron en los días siguientes tanto por correo electrónico como a través de Whatsapp. Incluso se llegó a concertar una visita para el 12 de abril para conocer el estado del convento de Grajal. Visita que, finalmente, no llegó a realizarse porque las propias monjas la suspendieron el día anterior alegando que tenían una reunión con un importante cargo de su diócesis.

Unos días después, el 13 abril, manifiestan que ya no tienen interés ya que se dirigen a otras zonas de España.

En ese momento el propietario del convento de Grajal de Campos dio por terminadas las negociaciones al apreciar, entre otras cosas, algo extraño y no propio de una entidad religiosa.

Está claro, pues, que no fructificaron, pero que las conversaciones y el interés existieron, apenas unas semanas antes de anunciar su salida de la Iglesia Católica.

Fue el pasado 13 de mayo cuando salió a la luz que la comunidad religiosa de las monjas Clarisas de Belorado en Burgos y Orduña en Vizcaya habían decidido abandonar la Iglesia Católica para pasar a estar bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Sancti Apostoli, que no están en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019.

En un comunicado suscrito por sor Isabel de la Trinidad, la abadesa de comunidad formada por dieciséis monjas, reconocía como último pontífice válido a Pío XII y acusaba a los papas posteriores de herejía.

El origen es la «persecución» que, según denunciaba, sufren por parte de superiores, pastores, hermanas y sacerdotes como ejemplificada, según un comunicado, la decisión de Roma de «bloquear» su solicitud de poder vender un convento que tienen en propiedad y que está vacío en Derio (Vizcaya), para poder hacer frente a la compra del monasterio de Orduña, perteneciente a la Diócesis de Vitoria y con la que tenían un acuerdo de compra-venta.

Al no obtener el permiso para obtener vender el monasterio de Derio, plantearon como alternativa que un comprador ajeno a la orden abonara el millón de euros que quedaba pendiente para la compra del monasterio de Orduña, para que, cuando ellas pudiesen devolver el dinero, el benefactor transfiriera el convento a las Clarisas.

Sin embargo la operación no se llegó a cerrar ante las dudas de la Diócesis sobre la identidad del comprador interpuesto, lo que motivó la rescisión del acuerdo de compra-venta por parte de la Diócesis de Vitoria.

Desde la comunidad de Belorado se pidió entonces una indemnización de 1,6 millones de euros por supuestas obras realizadas, una reclamación que está actualmente en los tribunales.

En el comunicado,, las Clarisas de Belorado, sostenían que las propiedades deben ser «muy golosas» para algunos, porque son el telón de fondo de artimañas que aseguraban que han sufrido en los últimos años, que califican de ‘modus operandi’ para desmontar comunidades «de línea tradicional» y quedarse con los inmuebles para venderlos.

Unas semanas antes de que saliera a la luz esta polémica, como se ha señalado, las Clarisas de Belorado se interesaron por adquirir el convento de Grajal de Campos por medio de una permuta con el que ellas tienen en Derio.

El convento de Grajal de Campos está a la venta en dos portales inmobiliarios por 2,8 millones de uros. Los anuncios destacan que cuenta con más cerca 5.000 metros cuadrados, una finca de tres hectáreas, dos piscinas... También dispone de jardines, claustro, bodega naves... El edificio data del siglo XVI y cuenta también hospedería, sala de exposiciones y hasta cementerio propio.

El convento fue fundado por los monjes de Grajal en 1599. En un primer momento lo ocuparon monjes franciscanos que tuvieron que abandonarlo por motivos políticos. En 1882 lo ocuparon las monjas Carmelitas Descalzas. Como dato curioso, la fundadora del convento, la madre Adelaida Johanson, se encuentra enterrada en el coro bajo.

Aparte de las 30 habitaciones del convento, posee una hospedería con vivienda completa con cuatro habitaciones, cocina y dos baños.