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«Los Flechazos tienen que volver»

Marc Ros llega este sábado a León con Sidonie, trío inseparable e incombustible, que junto a Coque Malla y Zabriskie protagoniza León Solo Música en el Palacio de Exposiciones

Marc Ros, Jes Senra y Áxel Pi, Sidonie, actúan este sábado en León Solo Música en el Palacio de Exposiciones. DL

León

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Pasaron tridentes legendarios, messiánicos o cristianos, pero de lo que no se habló fue de que la MAJ, podría ser así, Marc, Axel y Jes, ya estaba allí. De hecho, aquí siguen. Sidonie, que, después de unos cuantos años pero no tantos, ha tirado del carro de lo suyo y por extensión y compromiso del rock patrio, al que durante más de dos décadas han salpicado de buenas canciones a base de talento, actitud, irreverencia y perseverancia para mantenerse frescos. Lo prueba que hablar con Marc Ros a estas alturas del partido es un placer, porque cuenta su historia mientras empatiza a base de intuición con seguro que cualquier interlocutor. También será educación y respeto, pero no deja Marc ningún cabo por atar para demostrar la vigencia de Sidonie en 2024 y los años que les quedan por seguir. Ellos son, este sábado, junto a Coque Malla y los leoneses Zabriskie, los protagonistas de León Solo Música, en el Palacio de Exposiciones, con apertura de puertas a las 19.30 horas, con Michel’s dj, y comienzo de los conciertos a las 20.00 horas. Cerrará la cita Dridri dj.

Sorprende Mar Ros cuando dice, entre otros temas que aborda: «Si hemos conseguido que vuelva Oasis, tenemos que conseguir que vuelvan Los Flechazos», afirma como una misión colectiva a poner en marcha. Habrá que obedecer. Veremos qué dice Álex Diez...

En otro giro de guion, Ros cuenta que el nuevo disco será como los demás pero en catalán. Tienen conciertos en el San Jordi y el Palacio de los Deportes de Madrid. Es decir, la banda está en forma: «El repertorio de León tendrá canciones nuevas porque están sonando muy bien. Nos sentimos bien con ellas. Pero tocando Fascinado, por ejemplo, también», avanza. Queda claro que Sidonie se ha mantenido en lo alto en una docena de elepés siempre ofreciendo canciones para la posteridad, que suenan y sonarán. «Estoy tocando físicamente ahora nuestros vinilos mientras hablo contigo. Le tengo mucho respeto a este formato. Nuestra profesión es hacer estos objetos. Como quien hace queso o cecina. Nosotros hacemos estos quesos que son los discos como producto de cercanía», relata. Y también asegura que «volverá el cedé aunque estemos en la era del TikTok. En las tiendas más importantes de Estados Unidos lo vi: crece el cedé. En Japón, también», dice, lo que puede ser una corroboración del valor de este soporte que siempre ha defendido, por ejemplo, Diego A. Manrique. También, se verá. Como lo de Los Flechazos...

En conjunto, los Marc, Axel y Jes, esto es Sidonie, viven tiempos de armonía, manteniendo la energía necesaria para ser una de las grandes bandas de rock and roll de España. También han sabido adaptarse, participar de la escena indie sin perder su clasicismo melómano. Y, entre tanto, sin darse cuenta, madurar. «Seguimos haciendo lo mismo. Conciertos, grabar, giras... Tengo la ansiedad más controlada que de joven. Lo bueno de cumplir años es que aprendes a organizarte mejor. Eso sí, como compositor me sigo dejando la piel. Componer sigue siendo mi vida y mi lucha, porque hasta que una canción sale se sufre», señala.

El último disco de Sidonie se llama Marc, Axel y Jes (2023. Sony). De alguna forma y en el mejor de los sentidos, hay un sonido reconocible. Pero han pasado trabajos que forman parte de la historia del pop rock español como Fascinado, Costa Azul o El Incendio, que forman una biografía y discografía extensa de la que han salido como exitosos supervivientes. «Antes nos cuidábamos muy mal. El alcohol, ciertos estimulantes... Creíamos que eso nos ayudaba a salir. No es así. Decía Ana Belén que de todo un poco. Alternar, hacer deporte... Estamos más en eso. Pero tuvimos una vida llena de peligros. Y la música es un mundo lleno de peligros en el que nadie te garantiza nada. Hemos sobrevivido con humor, respeto y no dejando de investigar», relata. Y añade: «Ahora mismo nos encontramos bien, familiar, vital y económicamente. Es un milagro», remata.

En definitiva, resulta que entre peligros y milagros, Sidonie goza de una saludable longevidad sobre la que Ros, en nombre de la banda, deja algunas claves. «Hemos durado porque Sidonie es el mejor grupo del mundo. No somos los más guapos ni los mejores músicos ni hacemos los mejores discos. Pero si descubres lo feliz que se vive en Sidonie, te quedas», desvela, lo que lleva a que los seguidores que se sumergen en sus vinilos tengan también esa sensación.

«Veo ahora que hay mucha gente que no está feliz. Si a nosotros nos pasara eso en el grupo, lo que es seguro es que pararíamos para estudiar qué es lo que nos pasa», dice a modo de reflexión.

Hoy, junto a Zabriskie y Coque Malla, demostrarán que Sidonie debe continuar.