El buen tiempo y el prgorama de San Frolilán se dieron la mano este fin de semana para sacar a los leoneses a la calle y permitir a los turistas disfrutar del sol y de unas jornadas llenas de actividad. Tras unos días en los que parecía que el frío traía ya al invierno, el sol y los desfiles de pendones, carros y las Cantaderas llenaron los bares de la capital leonesa.
Transitar por el casco histórico, ya fuera por el Húmedo o por El Cid, fue este fin de semana una carrera de obstáculos y en algunos restaurantes conseguir una mesa sin reserva previa, misión imposible. La Calle Ancha fue un trasiego de gente que tras el desfile de los carros y los pendones aprovechó para tapear o tomar algo, aunque los establecimientos, pese a contar con más personal que un fin de semana habitual, no eran capaces de atender todas las peticiones, ni en las barras ni en las terrazas, donde muchos aprovecharon a sentarse para disfrutar del calor de finales de septiembre. Una jornada en la que los trajes regionales, los atuendos de pendoneros y algún que otro velo de las cantaderas se mezclava con los leoneses y los turistas que se echaron a la calle para disfrutar y alternar en los bares.