Para todos los públicos
El Domingo de Ramos escenifica la procesión infantil por excelencia, con la bendición de las palmas a cargo del obispo de León, que se anuncia para las 12.15 horas en la Plaza de Botines
Pudiera aparecer todavía, despistada, perdida o imaginaria, alguna de las rutilantes notas que dejaron en el aire las tres grandísimas agrupaciones musicales que ayer cortejaron al Sacramentado. Pero no. Hoy es el día de las almas cándidas, de las pupilas ansiosas y de «La borriquita».
Esta mañana, una hora menos en León, toca estrenar para no perder ni los pies ni las manos, que es Domingo de Ramos y en más de una retina quedará grabada para siempre la sensación de acudir al templo parroquial con la palma y acudir luego a casa de la madrina o del padrino a exigir «la pegarata», que a veces se estila por estas latitudes.
Es mañana de paponcitos de chocolate, de tartas y dulces y de sensación de giro. La semana de diez días que parió el pregonero Revenga dobla la esquina y desde mañana los días llevan apellido y dolor, pasión y sentimiento.
Hoy no. Por lo menos por la mañana. El objetivo del fotógrafo se llena de sonrisas cándidas y los alrededores de Botines, de padres orgullosos y de retoños decididos a mantener el espíritu de la Semana Santa, quiera Dios que por los siglos de los siglos. Por la tarde la cosa se pone más seria...