Ponferrada

Como ya es tradición, la Hermandad de Jesús Nazareno del Silencio consiguió congregar a decenas de ponferradinos en la iglesia de San Pedro, a cuyas puertas se llevó a cabo la bendición de las palmas y desde donde se salió en procesión tras el paso de la Entrada Triunfal en Jerusalén. Ayer, la ciudad entera se volcó en un día de júbilo y celebración con un color especial, el verde. El color verde del laurel y el verde de la esperanza y la fe necesarias ahora más que nunca para conseguir salir de la crisis que afecta sobremanera a la comarca del Bierzo.