Domingo de Ramos, que no de remos
El buen tiempo adorna las procesiones del día de Jesús, «el amigo de los niños»
El repóker de procesiones que ofrece el programa dominical de la Semana Santa en su primer día en rojo del calendario no tuvo que lamentar las inclemencias de la meteorología. León disfrutó de una jornada de temperaturas agradables y cielos despejados y con el paraguas en casa se procesiona más y mejor.
Œa mañana se abrió en el barrio de La Vega. A la altura del parque de Coslada sonaba Vamos a la casa del Señor (aquello de « ¡qué alegría cuando me dijeron !». Es tradicional el tema, no tanto el sistema de micrófono inalámbrico para que por la megafonía portátil se pudiera seguir el cántico del párroco, primero en a capella , luego con la Banda de Cornetas y Tambores. La cofradía del Santo Cristo del Perdón está por innovar, y además del acto bilingüe del Locus Apellationis de mañana, que será traducido simultáneamente al inglés, tampoco faltan las novedades tecnológicas. Tradición, sólo para lo que haga falta, sin pasarse.
Las Palmas. La Borriquilla fue recibida a los sones de Alma de Dios en la Plaza de Santo Domingo. El obispo de León, Julián López, bendijo a los presentes en la Plaza de Botines, corporación municipal incluida. «Hoy, Domingo de Ramos es vuestro día dentro de la Semana Santa», dijo a los más pequeños Monseñor López. «Nos disponemos a acompañar hasta la Catedral a Jesús, el amigo de los niños, para celebrar con él la Santa Misa. ¡Levantad vuestros ramos y agitadlos en honor de Jesús!».
…l máximo responsable de la Diócesis de León tuvo un cariñoso recuerdo de entre todos los niños «para aquellos que participan por primera vez en este momento entrañable».
El Gran Poder. La sesión de tarde encontró a la Cofradía del Cristo del Gran Poder presta a abrir el portón de las Trinitarias con 19 grados de temperatura y cielos completamente despejados poco antes de las cinco de la tarde. Es la noticia. «Hasta hace pocos años nos llamaban el Cristo del Gran Llover», bromeaba Pedro Quintana hace unos días, paladeando un café junto a Melchor Gutiérrez. El escultor también acudió a comprobar el resultado final de la decoración floral que diseñó para sus dos tallas, el Cristo del Gran Poder y la Virgen del Gran Poder. Cerca de tí interpretada por la Agrupación Musical del Dulce Nombre fue un acompañamiento ideal para la ocasión.
Dainos. "oda la magia y el intimismo que esconde la procesión del Dainos puede sucumbir a los efectos de la falta de respeto y en la esquina de San Francisco con Hospicio se ofreció ayer un ejemplo digno de tesis doctoral. Una familia con acento forastero (vástagos incluidos), que vino a León de procesiones como podía haber elegido Murcia para ir a los toros, se dedicó a llenar el suelo de cáscaras de pipas, a vociferar a los cuatro vientos ocurrencias sin gracia, a demostrar un tono y un timbre innecesarios para reclamar la atención de infantes distantes apenas un par de metros y en suma, a estropear un instante que no se repetirá hasta el año próximo, quiera Dios que entonces en su ausencia. Al menos en la Plaza del Grano se pudo disfrutar de la procesión con más calma.
Žo se merece un trato así la cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y el Silencio, que poco antes de la medianoche escenificó el encuentro de la Virgen y su hijo en la calle de la Amargura, en un acto conjunto con la cofradía de Angustias. Un precioso detalle para cerrar su gran día.
La Redención. Œo mejor de la procesión de La Redención, definitivamente, se vive puertas adentro de Las Carbajalas. No se guarda silencio, se hace el vacío en el ambiente. No se guía el paso con la horqueta, se clava milimétricamente el toque. No se exige respeto, se hace una norma de vida cuando se es hermano de la cofradía. Ver a los ex abades de la hermandad sacar a hombros a Nuestro Señor Jesús de La Redención pone el vello de punta. Y paladear las notas de Jesús del Prendimient o con la irrupción en la calle del Cristo de la Misericordia, es de nota. No se encontraban calificativos al cierre de esta edición para definir la estampa de dos japonesas tomando notas de la procesión.