«Me equivoqué una vez, pero ya he pagado y quiero cambiar»
El recluso argentino que será indultado esta tarde en la Procesión del Perdón se declara «nervioso» en las horas previas a su liberación
«No estoy en absoluto satisfecho con lo que hice. Me equivoqué en la forma de intentar dar a mis hijos lo mejor y lo he pagado, pero creo que ahora es el momento de volver a casa y abrazarlos, que es lo que más me apetece en este momento».
El recluso elegido este año para el Acto del Perdón paladeó ayer con nerviosismo sus últimas horas en prisión, después de que el Consejo de Ministros celebrado la semana pasada decretase su indulto, siguiendo la tradición que se concede a la Cofradía del Santo Cristo del Perdón para la procesión que se celebrará esta tarde, y que revivirá el Locus Apellationis ante la Catedral, antes de liberar al elegido, un argentino de 42 años que permanecía en prisión desde el año 2007 por un delito de tráfico de drogas.
Padre y esposo. Con 42 años de edad, casado y padre de dos niñas y un niño, confiesa el drama por el que ha pasado, a pesar de las circunstancias: «Ha sido muy duro. He pasado por varias penitenciarías del país durante todo este tiempo, pero la de León siempre me trató de una forma especial», reconoce el protagonista. «El sistema de módulos de respeto me parece una iniciativa extraordinaria y aunque las primeras semanas entre rejas se me hicieron durísimas, ahora creo que ha llegado la hora de volver a la vida».
Con billete de regreso a su país reservado para mañana mismo por la tarde, ansía especialmente una cosa: «Abrazar a mis hijos y a mi mujer. Es lo que más he echado de menos en todo este tiempo. Pero ahora las cosas van a cambiar. Voy a buscarme una nueva ocupación, a iniciar una nueva vida y a hacer un punto y aparte en todo esto».
El reo permanecía en la prisión provincial de León cumpliendo una condena a cinco años de prisión. «Vine en avión y en el aeropuerto de Barajas me retuvo la Policía. Habían encontrado droga en mi maleta. Me llevaron a los juzgados de Plaza Castilla y se ordenó mi ingreso en la cárcel de Soto del Real. Luego fui juzgado y el juez me encontró culpable. He cumplido mi condena lo mejor que he sabido y que he podido y ahora es momento de disfrutar».
A seguir fabricando gorras. A título profesional, pretende seguir con el negocio de fabricación de gorras para eventos deportivos que hasta ahora ocupaba sus quehaceres. «Es año de Mundial de Fútbol y puede ser un buen año para retomar de nuevo las actividades. Por supuesto, haré una edición especial de gorras de Argentina, pero habrá que dedicarse también a los colores de otros países, porque lo que se necesita es vender. No voy a personalizar en ningún jugador en concreto, iré haciendo selecciones y espero que podamos tener una vida un poco más tranquila a partir de ahora».
El Locus Apellationis. Alrededor de las 21.00 horas, en la Catedral de León, se celebrará el rito del indulto, que desde mediados de los años 60, con una pausa de una serie de años en los que problemas ajenos a la cofradía impidieron su desarrollo, se ha convertido en uno de los clásicos de la Semana Santa.
La Cofradía del Santo Cristo del Perdón, que asienta sus reales en el barrio de La Vega, no cierra en el evento de esta noche, conocido de forma multitudinaria por todos los leoneses, sus cupo de actividades. Mañana celebrará un Vía Crucis popular a partir de las 23.30 horas que arranca desde la iglesia de San Francisco de La Vega. «Es uno de los elementos desconocidos de nuestra Semana Santa y sin embargo tiene un interés especialmente notable», destacan orgullosos los miembros de la orden.