La decepción de la suspensión
La decepción de la suspensión. Pese a los esfuerzos denodados por intentar aferrarse a todas las soluciones posibles para no tener que recurrir a la suspensión, al final no quedó más remedio que acudir a la cordura para evitar males mayores en el desarrollo de la jornada del Lunes Santo. Papones y paponas de Angustias, Dulce Nombre y Minerva y Vera Cruz (en la foto) hubieron de rendirse a la evidencia y dejar para lo que resta de la semana las ganas de pujar y de salir a la calle con las procesiones, porque las circunstancias de la meteorología no lo aconsejaban de otra forma. A pesar de la pequeña decepción que supuso la determinación, es previsible que hoy se vean las cosas de otra manera con la luz de la mañana, aunque el disgusto siempre queda.