Lágrimas sentidas y sin consuelo
Todo un año de trabajo no se merecía un día como el de ayer. Ni para las hermanas de la Agonía de Nuestro Señor, en la imagen superior, ni para el resto de cofradías que tuvieron que suspender sus cortejos. Las lágrimas se hicieron visibles en muchos papones que ni siquiera el consuelo de otros hermanos pudieron contener. Fue una tarde mirando al cielo encapotado que ya al mediodía descargó sobre León un intenso aguacero. Los cofrades leoneses temen que la imagen se repita.