Paraguas para una lluvia no querida
Si para alguien fue ayer una tarde triste fue para los centenares de niños que aguardaban los cortejos procesionales para recorrer las calles de León, en algunos casos por primera vez, en una tradición que pasa de padres a hijos. Los paraguas compartieron protagonismo con las túnicas. En la foto, algunos cofrades, ayer, poco antes de suspenderse la procesión de la Amargura.