EL OJO DEL PAPÓN
Una ciudad insomne...
Imposible querer guiarles el día grande. La ciudad estará tomada por papones, por manolas, por las bandas, por los espectadores, por los turistas que cada año nos visitan. Por las calles solo se oirán tambores y metales y se respirará incienso a raudales. Algunos olerán la primavera que revienta en los miles de flores que llevan los cortejos y olerá a bacalao, a limonada. Será un día de Encuentros y reencuentros. De promesas calladas. De abrazos sinceros al finalizar las procesiones -“o al comenzarlas-. Y de recuerdos imborrables porque, al fin y al cabo, para muchos, los años se cuentan de Viernes en Viernes. Disfruten de León. Está de fiesta. De madrugada a madrugada. Sin solución de continuidad. Yo, por mi parte, solo les daré pistas. La verdadera semana santa deben buscarla ustedes o quizás se la encuentren de repente, como llegada del cielo. ¡Que la disfruten!
Es necesario advertirles, no obstante, que deben estar atentos a los cambios. Me consta que la Junta de Seises de Jesús Nazareno, tiene varios recorridos alternativos y protocolos de emergencia -en función de la hora de salida de la procesión que estará mirando al cielo y en permanente contacto con los servicios meteorológicos más reputados-. Es más que probable que el recorrido de la procesión varíe en función del clima. Como es obligatorio creer en los milagros, por mi parte les narraré los momentos más destacados si la lluvia desaparece.
A partir de las seis de la mañana, miles de túnicas negras se acercan a Santa Nonia desde absolutamente todos los puntos de la ciudad. Todos los enlutados papones llevan cara de ansiedad y prisas. Este año, además, mirarán hacia los cielos más que nunca. Si se acercan a la capilla verán a los montadores sacar los pasos a la calle.
Entre 7 y 7, 25 h.- Última ocasión de escuchar la Ronda acercarse a Santa Nonia. Muy pronto solo podrá hacerse en el cortejo, ya sin el hermano cantor. No será necesario. Todos se han levantado. En esos momentos la Ronda sólo avisa del paso del cortejo.
7, 30 h.- Normalmente, el primer rayo de sol que se asoma a la ciudad, alumbra el rostro del Nazareno justo cuando traspasa el umbral de la capilla «al brazo» de los hermanos. Este año, la Semana Santa tan tardía y mojada, nos impedirá disfrutar de ese momento. Ya fuera, el « Himno Nacional» y La Saeta lo levantará majestuoso.
Este año La Flagelación estrena trono (Talleres Hermanos Caballero de Sevilla)
Entre 8 y 9 h.- Espacio de atajadores. Sígase la Procesión. Presénciese la subida de los pasos por la Cuesta de las Carbajalas al ritmo de las distintas bandas y estén atentos a las primeras bajadas de los Crucificados «al brazo» para sortear los cables que atraviesan el vuelo de las calles. Muy pocos afortunados, querrán seguir el desvío del San Juan por Juan de Arfe, aunque merezca la pena acompañarlo hasta la plaza a ritmo solo de tambor y timbal (si hacen esto no podrán ver El Encuentro. La gente agolpada ya en la plaza, no les dejará pasar).
Disfruten de la espectacular chicotá de La Agrupación Musical de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno desde que entra en la plaza acompañando al Ecce Homo. Los toques de Oración darán la entrada al Titular. Desde entonces y hasta el Encuentro, un buen número de marchas encadenadas harán las delicias de los amantes de este tipo de música: Jesús del Prendimiento, Himno de San Antonio, Orando en Montesión, Costalero, Oh Bendita Estrella án las que den entrada a los distintos pasos.
Entre 9 y 9, 30 h.- Aunque el culmen del Encuentro dure apenas unos segundos -los momentos en que San Juan se arrodilla ante su Madre- desde que un corneta marque «La Dolorosa» hasta que, sin solución de continuidad, la Banda haya interpretado Orando al Cielo , cerca de quince mil personas (entre hermanos, manolas, escoltas y espectadores) habrán sentido cómo la emoción empuja con fuerza sus corazones nazarenos ya que en ese momento, todos seremos San Juan. Sólo el ramo de flores que se entregará a la Virgen, acallará, poco a poco, las emociones contenidas.
Entre 9, 45 y 10, 30.- Los pasos se acercan al descanso. Antaño estrecha y tortuosa para la puja, Cardenal Landázuri, cuando las Bandas tocan a golpe de caja china al pasar por el centro hospitalario -como queriendo no molestar al enfermo- merece llevarse en los recuerdos visuales y sonoros. Algunos pasos, recorrerán parte de la calle raseando como antaño. Si tiene la suerte de vivirlo, regresarán al pasado. Cuando el Nazareno transite por las Clarisas, éstas le cantarán suavemente. Uno de los pocos silencios de la mañana (disfruten de él). El seise del paso entrará al convento a dejar un ramo de flores que probablemente adornará unos días su capilla.
De 10, 30 a 12 h.- Los pasos irán llegando a Santo Martino. Los hermanos necesitan un descanso y todos, absolutamente todos, un desayuno con fundamento: bacalaos, escabeches, huevos duros, tortillas. Y para regarlos, limonada. Papones, familias y curiosos se arremolinan en esos momentos.
A partir de las 12.- «La Dolorosa» acaba de dejarse en el suelo. En ese mismo momento «La Oración del Huerto», pone en marcha el cortejo de nuevo por Sacramento.
De 12 a 14.- La Procesión, tras dejar espléndidas imágenes en la Plaza de San Isidoro, Cid y Ancha, toma el moderno León. Si alguien quiere verla casi entera a un solo golpe de vista, debe ubicarse en Ordoño II, a la altura de Gil y Carrasco y mirar hacia la Catedral (quizás, once de los trece pasos pueden atisbarse en la lejanía). No se olvide la Rúa que a esas horas se hace ruda para la puja -que ya lo dijo el poeta-.
De 14 a 15,30.- Uno a uno, se irán meciendo ante las puertas de la capilla, todos los pasos y se despedirán solo hasta el año que viene. De recuerdo, todos los que han participado en el cortejo, llevarán unas flores en sus manos. Pero solo por unos instantes. Serán el regalo para quien ha esperado en las aceras o acaso -quién sabe- desde un lugar del que ya no se puede volver.
De 15, 30 a 17.- Un merecido descanso. Quizás ni siquiera el papón coma demasiado porque la mayoría, tienen una cita inmediata a la 5 de la tarde, o con «sus Siete Palabras» o a las 6 con el «Entierro».
18 horas.- Necesariamente hay que optar: o por ver la salida de la Siete Palabras con el Sermón -quizás me inclino por ésta- o la del Entierro que éste, como año impar, será representado por la Real Cofradía de Minerva y la Santa Vera Cruz. Este año los hermanos tricolores harán su promesa de silencio en la calle frente al Cristo de los Balderas.
No debe perderse el piquete a caballo de las Siete Palabras y el orden y compostura de sus hermanos en procesión. Ni al titular de la Cofradía, el Cristo de los Balderas acompañado del resto de las Palabras. El Cristo de la Sangre (Sexta Palabra obra de Manuel Martín Nieto) va llorando. Busquen su triste lágrima. Este año la Cofradía estrena Cruz y Libro de Difuntos que recuerdan a los que ya se han ido.
De 19 a 21 horas.- El Entierro enluta la ciudad antigua. Este año, hay que asomarse a la plaza de Regla, a la Ancha, Cid o San Isidoro para ver el discurrir de los pasos iluminados. El machacón ritmo de tambor hará que los braceros lleguen a duras penas hacia el final -para muchos- de su semana santa.
Sobre las 22 h.- La Corporación Municipal cumplirá la tradición de pujar «un par de tiradinas » a la Virgen en su Soledad, la «Virgen Guapa» a quien el maestro Odón Alonso, dedicara la marcha Sola quedas, Madre mía . Será en la plaza de San Isidoro.
A partir de las 11 y hasta la 1 de la madrugada.- Pueden verse, poco a poco la llegada de los pasos a la Plaza del Grano. Los últimos esfuerzos de los braceros -que llegan justos- se verán recompensados con un que sea enhorabuena, un par de flores, un abrazo y un adiós, sólo hasta el año que viene.