El santo potajero asume el patrocinio de los desahuciados y de los parados

El Santo Potajero de La Bañeza volvió a ser el Nazareno de los niños de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad y el del reparto del potaje de garbanzos con arroz y bacalao, en una fiesta gastronómica que, en tiempos, daba de comer a los pobres de solemnidad, motivo por el que el capellán de la cofradía, Arturo Cabo, puso bajo el amparo del pequeño Cristo a los parados y a los desahuciados. La talla, de no más de medio metro de altura, estrenó túnica en su primera aparición de esta Semana Santa y aprovechó un claro de sol para procesionar antes del reparto del potaje. | a. domingo