Un silencio notable en el centro de la capital del bierzo
Ponferrada vivió ayer una de las jornadas más intensas de su Semana Santa con la salida en procesión del Jesús Nazareno del Silencio. Uno de los actos procesionales con más número de adeptos que este año se adelantó una hora en el reloj por motivos mucho menos religiosos, la final de la Copa del Rey de fútbol. A las 21.30 horas partió de la iglesia de San Pedro la comitiva con el Nazareno a hombros de cofrades de la hermandad del mismo nombre vestido con túnica blanca y pucho morado. Recorrió las principales calles del centro bajo un cielo encapotado que no muy lejos de la ciudad había roto a llover.