Miles de almas reverencian El Encuentro
El momento central de la centenaria procesión de Los Pasos consagra el instante más multituninario de la Pasión leonesa .
BRUNO MORENO
La Semana Santa de la capital alcanzó durante la mañana del Viernes Santo su punto álgido con la celebración, en la Plaza Mayor, del acto de El Encuentro entre las tallas de San Juan, la Madre Dolorosa y el Nazareno, un momento cargado de emotividad que hizo asomar lágrimas en los ojos de muchos de los miles de asistentes.
Es un momento espectacular y emotivo, que deja en la retina la imagen de los papones, de riguroso negro, entremezclando sus manos con los cofrades de las otras tallas, en el momento en el que, al ritmo de una sobrecogedora música, se acercan para que los braceros provoquen la genuflexión de San Juan.
Muchos de ellos portaron dispositivos móviles para inmortalizar ese acercamiento en primera persona, que se realizó mientras las otras diez tallas que procesionaron bailaron al ritmo de las cornetas y de los tambores en señal de júbilo.
Se trata de un acto organizado por la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, que nació en 1611, una de las más antiguas de la capital y que actualmente cuenta con alrededor de 4.500 hermanos, la más numerosa.
Sobre las 7.30 horas, la procesión partió de la iglesia de Santa Nonia, sede de la cofradía para, después, de dividirse y juntarse en la Plaza Mayor para la celebración de El Encuentro. Desfilaron las más destacadas, antiguas y señeras tallas de la Semana Santa leonesa como la Oración en el Huerto, El Prendimiento, la Flagelación, La Coronación de Espinas, el Ecce Homo, La Verónica, El Expolio, La Exaltación de la Cruz, la Crucifixión y el Santo Cristo de la Agonía.
La de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la imagen titular de la cofradía, presidió majestuosa y seria ese encuentro entre San Juan y la Madre Dolorosa, ambas tallas de Víctor de los Ríos.
Después de este sublime acto, la procesión siguió por las principales calles de la ciudad hasta pasadas las 15.30 horas, lo que convierte a esta procesión en la más larga de la Semana Santa.
El cortejo estuvo protagonizado por el sol y el calor de las miles de personas que se dieron cita, no sólo en la Plaza Mayor, donde un hueco o un balcón cotizaron al alza, sino durante todo el recorrido, desde la salida hasta su finalización.
La procesión de los Pasos tiene su inicio en la medianoche, en ese momento que separa el Jueves Santo del Viernes Santo, cuando representantes del Dulce Nombre celebran la centenaria Ronda.