La PAPONA DE ACERA
¿Queréis silencio? Hoy es el día
Silencio, hoy es el día. No hay excusas. Que la Semana Santa es de todo y de todos. De la algarabía y el recogimiento. De los que lo saben todo y de los que se dejan asombrar, todavía, por los pequeños gestos, esos que hacen tan grande la Pasión de León.
Es tiempo de paponear, que no es ir de limonadas —que también— sino de compartir. De ceder el brazo y dejar que pujen los braceros suplentes, de enseñar a los que nos suceden los benditos ritos de cinco siglos de historia, de compartir sitio en la procesión, en la calle o en la acera, de reivindicar lo que ha sido heredado, de aceptar que los tiempos cambian, de tomar decisiones y acatarlas, de escuchar, que esta Semana Santa tiene que ser de todos o no será de nadie.
Hoy es el día. Hoy el silencio toma las calles del León más antiguo. Hoy sale el Silencio y León callará, sobrecogida. Será penitencia en una ciudad que estrena, este año sí, primavera, que ansía olvidar el invierno, celebrar el sol y también la luna llena.
Hoy habrá silencio también, quizá menos, y emoción, más, en la cita de Minerva con la Amargura, la talla de las tallas, la devoción de los de la real cofradía, el paso sagrado que conmueve a sus braceros. Hoy estará en la calle la Amargura, el sueño de Minerva. Silencio.
Saldrán también las de la Agonía, nazarenas de capa dorada, en una procesión recogida, cita de cien hermanas. Saldrá el Perdón por su barrio ferroviario, rezando a su Cristo adorado.
Silencio en el silencio para Las Siete Palabras y su emocionante Vía Crucis, con las emociones en la piel y el corazón encogido. Silencio y oración sentida al Cristo de los Balderas, cuando la ciudad intenta dormir y roza ya el nuevo día.
Cuando caiga la noche, de Santa Marina, del lugar donde se germinó esta ciudad cuando Cristo no había nacido, saldrán los del Desenclavo para iluminar la noche con sus antorchas y las conciencias con su ronda de silencio y voz por las calles del León que fundaron los romanos, por el lugar donde todo empezó.
Si queréis silencio, hoy es el día. Pero no esperéis que calle.