Procesión de resurrección en Ponferrada
A La Morenica le quitan el luto
La Virgen de la Encina pierde su velo negro en el encuentro con el Santísimo Sacramento y culmina la Semana Santa a los pies de la Casa Consistorial entre cofrades de rostro descubierto.
Antolín de Cela retiraba ayer el velo negro a la Virgen de la Encina en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada. L. DE LA MATA
C. FIDALGO | PONFERRADA
La de Resurrección es la procesión más antigua de Ponferrada. La primera de la que se tiene constancia: seis siglos a las espaldas de los cofrades para que a La Morenica le quiten el luto cuando se encuentra con el paso del Santísimo Sacramento.
Ayer volvieron a hacerlo a los pies de la Casa Consistorial. El rector de la Basílica de La Encina, Antolín de Cela, se encaramó sobre una escalera para retirar el velo negro a la talla de la Virgen. Sonaron los redobles del tambor de la Banda de Música Ciudad de Ponferrada y en el momento en que el luto desaparecía del rostro de la patrona del Bierzo sonaban las primeras notas del himno nacional y la mantilla oscura de las señoras que habían portado la talla desde la Basílica de la Encina cambió al blanco, el color de la alegría por la Resurrección.
La retirada del luto, uno de los momentos más solemnes de la Semana Santa, culminó ayer las celebraciones religiosas. Cofrades con túnicas blancas y negras, dependiendo de la hermandad, y el rostro descubierto, acompañaron a los pasos de La Morenica y al del Santísimo Sacramento. Y de vuelta a la Basílica, celebrando la vida, la seriedad y la trascendencia del himno nacional en los instrumentos de la Banda de Música dejó paso a una pieza más sutil, menos épica, pero quizá más evocadora: Caridad del Guadalquivir , del compositor Paco Lola, que por un momento elevó el sonido de la Pascua andaluza sobre los tejados de las casas más antiguas de Ponferrada.