El Dainos arrastra la letanía del Rosario de la Buena Muerte
El Santísimo Cristo de la Expiración y el Silencio arrastró ayer por las calles de León la letanía del Dainos, esa deformación del rezo del Rosario de la Buena Muerte que ha quedado como seña identificativa de una procesión cuya tradición en la tarde de Domingo de Ramos está documentada desde el año 1734. Sin concesiones para el espectáculo, ni las novedades, la procesión organizada por la cofradía de la Expiración y el Silencio, en colaboración con la Orden Franciscana Seglar y con la participación de las cofradías de La Sobarriba, tiene elementos suficientes para ser considerada como una de las más austeras y enraizadas de la Semana Santa de León. Volvió a demostrarlo ayer, pese al frío, pese a la ausencia de adornos, con momentos como el rezo de la Salve ante la Catedral. Dainos señor Buen muerte.