Los leoneses, con ramos y palmas, reciben a Jesús, que triunfante entró un domingo en Jerusalén
Llegó el momento de alzar la palmas al cielo, como proclamó el obispo de León, Julián López, en la plaza de Botines, lugar de encuentro y celebración para un domingo que encamina a la ciudad hacia la pasión. La procesión de las Palmas, que organiza la Junta mayor de la Semana Santa de León, volvió a ser un referente por el gentío y la muchedumbre que se echó a la calle ante esta conmemoración religiosa que prepara al cristianismo para la pasión y la muerte de Jesús. La ciudad también conmemora este momento con la procesión de los Ramos, que organiza el Perdón, y que como cada domingo de cuaresma siguieron cientos de leoneses en el Crucero, en torno a la iglesia de San Francisco de la Vega. Toda la luz radiante de una mañana primaveral aportó brillo al saludo con palmas y ramos. | dl