SAHAGÚN
El sol no quiso perderse el cortejo de la resurrección
Al contrario de lo que sucedió estos días, el sol no quiso perderse ayer la procesión del Domingo de Resurrección y brilló como si la naturaleza y la religión se fusionaran. La Agrupación Sinfónica de Sahagún acompañó al cortejo. En la plaza Mayor, el Cristo, tallado en la pasada centuria en la Escuela Sevillana, vestido de blanco, saludó a la Virgen de la Amargura, vestida aún de riguroso luto y a la que se procedió entonces a cambiar el manto por otro acorde a la gloria del hecho conmemorado. Tras el encuentro, ambas tallas siguieron juntas el camino desde la plaza Mayor hasta la Iglesia de San Tirso, donde se puso final a una Semana Santa marcada por el temporal, que ha dejado insatisfechos tanto a los cofrades como al público que se acercó a ver las procesiones. | Acacio Díaz