Semana Santa en León
Hermenegildo López ensalza la lucha contra el estancamiento en Santa Marina
El abad de la cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro considera en su pregón que es sana la rivalidad entre cofradías "y a veces incluso entre los mismos pasos"
El abad de la cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro, Hermenegildo López, ensalzó la lucha "contra el inmovilismo y el estancamiento" que se evita gracias a las cofradías de la parroquia de Santa Marina, el Santo Cristo del Desenclavo y La Agonía.
En un acto celebrado a última hora de la tarde del sábado en la iglesia parroquial, Gildo López analizó el panorama: "para la mayor parte de los que estáis/estamos comprometidos de alguna manera con una cofradía penitencial, podríamos argumentar que nos encontramos ante un calendario paralelo al oficial, con toda una serie de actos, triduos, novenas, Vía Crucis, pregones, rezos varios, que vengan a mantener el espíritu presto y en una permanente y necesaria tensión, siempre pensando en lo mejor para nuestra cofradía; cada uno la suya... que para eso es la mejor. Incluso dentro de la misma, hasta es buena, a veces, la sana rivalidad entre los diferentes pasos, pues evita el adocenamiento, producto, en cierto modo, de actos repetidos que pueden conducir a la rutina. No veo yo, sin embargo y si he de ser sincero, en esta parroquia y en las cofradías que la tienen como sede canónica ese peligro del estancamiento o del inmovilismo. El espíritu que aquí se palpa es, claramente, el de la superación".
"¿Qué es o, incluso, qué podría ser hoy la Semana Santa?", se preguntó. "Para la mayoría de los españoles es algo más que una costumbre, un tiempo en el calendario, un hay que planchar la túnica o salir a ver las procesiones, un probar determinadas recetas o compartir un vaso de limonada; incluso algo más que la repetición vivida del recuerdo de los últimos días de la persona más importante de la historia; hasta para los no creyentes, digamos también para los tibios, la Semana Santa forma parte ya de las entretelas de nuestra sociedad, está en el alma de todos nosotros y se nos ha hecho esencia, vivencia e hasta identidad de pueblo".
"No voy a cometer la torpeza de intentar descubrir nada nuevo del drama del Calvario y su entorno que se representa, con tanta hondura, con tanto recogimiento y con tanta fe aquí en la Urbe regia y más en concreto en esta, siempre recordada iglesia, referente inexcusable para mi familia, dedicada a la protección de la Santa pastora Marina de Galicia, como canta su himno, y en este barrio que fue de las Altas Torres, hoy, por mor de los tiempos y las modas, venido a menos. Ya lo han hecho muchos otros pregoneros antes que yo", esbozó.
Un ruego final: "No os canséis de seguir siendo el referente y el ejemplo para otros hermanos y hermanas que pretenden verse reflejados en vosotros, en vuestras procesiones, en vuestros actos, en vuestra trayectoria vivencial y en vuestra relación con la trascendencia".